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El consultor Enrique Carrier respondió a mi cuestionario sobre balances y retos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el kirchnerismo y en el próximo Gobierno nacional.

Director de Carrier y Asociados, es analista de mercado especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico.

Editor de “Comentarios”, un boletín semanal y blog de Carrier y Asociados, es participante habitual de reuniones internacionales de analistas de la industria de las telecomunicaciones móviles, es orador frecuente en encuentros sectoriales tanto nacionales como internacionales.

Su carrera profesional se dio en el ámbito de la investigación y análisis de mercados así como el periodismo, siempre focalizado en la temática de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

Es bachiller en economía y ciencias sociales de la Académie de Poitiers (Francia) y obtuvo una licenciatura en administración de empresas de la Universidad de Belgrano.

-¿Qué balance hace de la gestión y las políticas de las administraciones Kirchner iniciadas en 2003 en relación a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)?

-Existen diversos aspectos sobre los cuales prefiero no opinar porque no soy un conocedor profundo de toda la temática TIC que abarca rubros tan disímiles como telecomunicaciones, informática, software, servicios, gobierno digital, educación, investigación y desarrollo, ciencia y técnica, etc.

En materia de regulación de telecomunicaciones pasamos de una etapa inicial de altísima inacción a otra de una mayor intervención, como la Ley de Comunicación Audiovisual y Ley Argentina Digital.

La primera puede dividirse en dos: lo que hace a los contenidos y lo que hace a infraestructura.

En este último punto, siempre sostuve que fue una ley vieja desde su concepción ya que desconocía el concepto de convergencia.

En consecuencia, insistió en una regulación asimétrica entre operadores de TV y de telecomunicaciones, cuando a los efectos prácticos son lo mismo.

La Ley Argentina Digital apunta a solucionar parte de estos problemas, pero al no estar aún reglamentada, hay muchos puntos que siguen siendo una incógnita.

También hubo una participación directa del Estado a través de Arsat y Argentina Conectada, aunque con resultados que quizás no estuvieron a la altura de las expectativas ni de las inversiones realizadas.

-¿Cuáles son los desafíos relacionados a las TIC que enfrentará el próximo Gobierno nacional?

-Desde el punto de vista de las telecomunicaciones, el principal desafío es lograr una convergencia de regulación para un mercado convergente.

No podemos seguir manejándonos con un criterio histórico, en función de dónde un operador obtuvo su primera licencia, si en la Secretaría de Comunicaciones o en el Comfer.

El criterio tiene que ser tecnológicos y de negocios, y aquí resulta evidente que cada operador puede ofrecer técnicamente los mismos servicios.

Para ello yo creo que habría que hacer converger los aspectos de infraestructura de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual con la Ley Argentina Digital, lo que incluye también a sus autoridades de aplicación.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional para aprovechar –en favor del desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento– la infraestructura y la legislación (Argentina Conectada, Conectar Igualdad, satélite Arsat 1, ley Argentina Digital, leyes de promoción del software) en relación a las TIC registradas en esta última década?

-Algunas cosas que el próximo Gobierno debería hacer ya están expresadas en otras respuestas.

Pero el tema es mucho más complejo y merece de un plan de gobierno para el sector TIC que difícilmente pueda elaborar y menos aún contestar aquí.

Pero como ciudadanos, deberíamos exigir definiciones sobre estos temas a los candidatos, que aún no han hecho públicos sus planes en estos temas.

-A partir del programa Conectar Igualdad, ¿cómo debería integrar el próximo Gobierno nacional a las TIC en las políticas de educación general?

-Está claro que entregar las netbooks era sólo uno de los pilares del programa que debía contemplar también la capacitación docente así como la infraestructura de las escuelas. Y en función de las opiniones de quienes siguieron este programa de cerca es allí donde más hay que trabajar.

Más allá de la capacitación desde el punto de vista técnico, si los docentes no adoptan la tecnología desde una perspectiva casi emocional, la incorporación de las netbooks al proceso de aprendizaje queda limitado a lo que el alumno haga por sí mismo fuera de clase. Esto no está mal, pero no aprovecha todo el potencial.

En cuanto a la infraestructura, las demandas de conectividad en las escuelas son superiores a las que se creen a priori, ya que no se trata de llegar con una conexión residencial sino con una con capacidad para conectar decenas de equipos simultáneamente. 

Esto es bastante complejo, especialmente en aquellas escuelas alejadas de las grandes concentraciones urbanas.

Por otra parte, desde el punto de vista de los dispositivos, habría que replantearse si las netbooks son la tecnología a seguir utilizando.

Está claro que el mundo avanza rápidamente hacia la movilidad, con lo que el uso de smartphones o tablets parece más indicado. Es sin dudas un tema a estudiar y debatir.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional en relación a los beneficios fiscales para la fabricación de productos TIC en Tierra del Fuego?

-La política de producción de productos TIC en Tierra del Fuego ha demostrado ser ineficiente y onerosa. Ineficiente, porque a pesar de los beneficios fiscales, los equipos son notablemente más caros, entre el doble y el triple de su precio original.

Onerosa porque no sólo no logró evitar la demanda de dólares (ya que no hubo sustitución de importaciones) sino por el alto costo fiscal asociado.

Todo este costo es absorbido directa e indirectamente por la población, que no obtiene ningún beneficio de esta política. Más bien un perjuicio.

No estoy en contra de producir en el país, pero sí de hacerlo en el lugar menos competitivo, con sueldos que son notablemente mayores que la media nacional y altísimos costos de fletes.

Esta ineficiencia hace que no pueda desarrollarse allí una industria exportadora, por lo que sus escalas jamás serán competitivas, generando un círculo vicioso.

El próximo gobierno debería revisar en detalle esta política, llevando a Tierra del Fuego toda aquella producción que pueda ser medianamente competitiva. Pero claramente los productos TIC no parecen los más apropiados.

-¿Qué alternativas podría adoptar el próximo Gobierno nacional para financiar a los negocios iniciales («startups») y el crecimiento de las empresas?

-Creo que el Estado tiene otras prioridades que financiar directamente startups.

Debería en todo caso generar las condiciones para que el ahorro privado encuentre incentivos para dirigirse hacia allí.

-Puede usar el siguiente espacio para comentarios adicionales y propios.

-Veo con preocupación que ninguno de estos temas fue parte de la agenda pre electoral.

Espero que en los meses que quedan hasta las elecciones, los candidatos presenten sus propuestas.

El tema TIC es estratégico en una sociedad moderna y no veo muchas definiciones al respecto.

Puedes leer las respuestas de otros entrevistados aquí

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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