“Hay que devolverle la iglesia a Dios”.
Fabián Liendo, el cantante de la banda de rock Kyosko, clavó la frase ante unas 40 personas que escuchaban al líder del grupo musical junto a sus compañeros de ruta el 27 de abril de 2012 en un estudio de grabación en Buenos Aires.
La excusa de la reunión de prensa era la presentación del nuevo disco de Kyosko, pero Liendo aprovechó para afirmar una postura crítica de la realidad evangélica: “Uno tiene siempre el deseo de querer que la iglesia sea como a uno le gusta, la gente se cambia de iglesia por que no le gusta. La iglesia no hay que hacerla como a uno le gusta, sino como a Dios le gusta, por que la iglesia es de él”.
El cantante señaló como “uno de los venenos mas importantes de este tiempo dentro de la iglesia” al “deseo de realización personal”, exacerbado por libros y sermones en muchos púlpitos.
“Esto es terrible porque se contrapone a todo el evangelio. Nosotros estuvimos diciendo durante muchos siglos que tenemos que ser instrumentos para Dios, el instrumento no tiene vida por si mismo, es importante cuando está en las manos del maestro”, dijo Liendo, líder de esta banda con extenso recorrido por congresos y actividades evangélicas.
Debajo, el primero de los cinco videos que grabé de Liendo y sus compañeros de ruta en la conferencia de prensa, donde presentaron el disco «Invisibles«:
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=tqTvecNeXhU&w=640&h=360]¿Quiénes son los «invisibles» para este grupo? «Una clase de gente que no necesita prosperidad, posición, promoción, aplausos ni popularidad para vivir la vida que Dios diseñó para ellos”.
Puedes leer más sobre esta autocrítica de uno de los referentes de los jóvenes evangélicos argentino en estas notas (1 y 2) en Pulso Cristiano, que escribí junto a mi hija Agustina.