En la actualidad, sólo el 10% de los donantes de sangre en la Argentina son voluntarios habituales. Y es necesario llegar a un millón de donantes para cubrir las necesidades de transfusiones del país. Con esa meta delante, hospitales y fundaciones lanzaron una iniciativa para concientizar sobre el tema.
Los hospitales Garrahan, Italiano y de Clínicas y la Fundación Hemocentro Buenos Aires, entre otras instituciones sanitarias, realizan una campaña de «donación voluntaria de sangre segura», para incrementar el número de donantes voluntarios habituales, personas que donan sangre sin que esté destinada a ninguna persona en particular y haciéndolo en forma frecuente.
Apenas 90 mil personas por año donan sangre en el país de manera voluntaria habitual. Esto cubre únicamente el 10% del total necesario para realizar todas las transfusiones que se llevan a cabo en doce meses. La mayoría de los donantes son de reposición, por pedido de pacientes que necesitan transfusiones.
Es necesario alcanzar el millón de donantes voluntarios habituales, entre el 3 y el 5% de la población argentina, para cubrir las necesidades de sangre del país y que los donantes lo hagan al menos una vez por año.
Los hospitales, fundaciones e instituciones donde se puede donar sangre concientizan a quienes quieran sumarse a donar sangre sobre la necesidad de que los estudios que se realicen a la sangre donada garanticen el máximo nivel de seguridad.
Esto es posible a través de la realización de pruebas de biología molecular para el diagnóstico de las enfermedades transmisibles por transfusión. La biología molecular aplicada al estudio de la sangre es sinónimo de sangre segura.
La búsqueda de ácidos nucleicos es una tecnología que permite la reducción del período de ventana – el tiempo transcurrido desde la entrada del virus al organismo hasta su detección por pruebas de laboratorio – para diversos virus.
El período de ventana con las pruebas convencionales para el HIV o SIDA es de 23 días, para la hepatitis C, unos 90 días, y para la hepatitis B, 60 días o más.
Con la aplicación de tecnologías asociadas a la biología molecular, como la amplificación de acidos nucleicos (NAT), estos períodos se reducen a 5 días para el HIV y la hepatitis C, y de 30 días para el virus de la hepatitis B.
Pese a que su uso no está generalizado en la Argentina (sólo es obligatorio en la provincia de Córdoba) el número de donantes estudiados y la cantidad de estudios positivos detectados resaltan la importancia de aplicar estas pruebas en el país, si se considera que el tipo de donante que prevalece es no habitual y repetitivo.
Estos estudios permiten la detección temprana de la enfermedad en quien porta el virus, con la posibilidad de cortar su transmisión y acceder a tratamientos con mayores probabilidades de buenos resultados.
Para mayor información puedes dirigirte al hospital Garrahan, al Hospital Italiano de Buenos Aires, al Hospital de Clínicas, y a la Fundación Hemocentro Buenos Aires.
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