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Guerreros chinos de terracota

By 3 marzo, 2013enero 6th, 20156 Comments
César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

6 Comments

  • David dice:

    Impresionante!! Para los amantes del arte y la historia, un lujo al alcance de la mano.
    Gracias!! David Casaretto.

  • ¿De qué época son las obras?

    • Hola, Alejandro:
      Publiqué esta nota desde el teléfono móvil con el cual tomé estas fotos en San Francisco. Aquí completo la información: estos guerreros forman parte de reliquias de la dinastía Qin (221-206 a.C.). En un intento por alcanzar la inmortalidad, el primer emperador de esta dinastía china, Qinshihuang, construyó como su tumba a una gran ciudad subterránea custodiada por un ejército de soldados, caballos y carruajes de terracota a tamaño natural. Esta ciudad subterránea fue descubierta en 1974 en la provincia de Shaanxi. En el museo de San Francisco hay 123 piezas de la tumba de Qinshihuang y otras tumbas de la dinastía de Qin. La exposición cuenta con diez estatuas, las más representativas del ejército, que cuenta más de 7.000 figuras a tamaño natural y más de 10.000 armas. También hay espadas de bronce con incrustaciones de oro y turquesa, además de caballos y encontrados de la tumba.

  • Julieta Grimaldi dice:

    César tuve la suerte de verlos en vivo y en directo en X´ian. Es impresionante! Su altura, los detalles gestuales de cada uno de ellos. Cruzar el pabellón y encontrarse con el granjero que los descubrió fue maravillo. Tenes el libro de historia delante de tus ojos, Una experiencia inolvidable. Tus fotos me hicieron revivir el viaje y aflorar recuerdos. Beso grande!

  • ¡Gracias, Julieta, por compartir tus experiencias y por tus palabras generosas! Besos.

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