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La década kirchnerista: ¿la verdadera historia?

By 25 mayo, 2013mayo 23rd, 2016No Comments

El décimo aniversario del inicio del mandato del ex presidente Néstor Kirchner habilita la pregunta: dentro de 10 años ¿cómo recordaremos los argentinos esta década entre 2003 y 2013? ¿Como la «década ganada», como le gusta decir a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner? ¿O como la «década derrochada», como dice la oposición? En esta nota, algunos apuntes personales para un balance incompleto pero que busca generar una reflexión en torno a este ejercicio de la memoria.

Sin duda, esta decena se caracterizó por el crecimiento económico, con una industria pujante y una baja drástica en el desempleo, aunque el empleo informal, «en negro», sigue alto.

La asignación universal para millones de hijos de desocupados y trabajadores informales es otro logro del kirchnerismo, como así también la construcción de 381 mil viviendas sociales, aunque hay más de tres millones de argentinos que viven en casas precarias.

Néstor y Cristina Kirchner, 10 de diciembre de 2007. Fuente: Casa Rosada.

Néstor y Cristina Kirchner, 10 de diciembre de 2007. Fuente: Casa Rosada.

La negación de la inflación y la manipulación de las estadísticas del costo de vida, la pobreza y el Producto Bruto Interno es una de los grandes errores del hoy oficialismo. Nada firme se construye sobre la mentira.

En esta década, la Argentina pasó de exportar energía a importarla, por causa del crecimiento económico pero también por la baja en la producción.

Luego del menemismo, que privatizó empresas estatales, el kirchnerismo reestatizó varias compañías, como YPF, Aerolíneas Argentinas y Aguas Argentinas, y el sistema de pensiones. Sobre esto último, un dato para destacar: en 2003 sólo el 65 por ciento de los mayores de 65 años recibía una jubilación o una pensión. Hoy esa cifra asciende al 95 por ciento.

La falta de transparencia, eficiencia y de controles en la inversión pública, que creció en esta década, derivó en grandes tragedias, como el accidente ferroviario del año pasado en el que murieron 51 personas en la estación Once de Septiembre (más sobre esto en esta nota en este blog), y en un muy deficiente servicio de transporte público de pasajeros.

Néstor y Cristina Kirchner reestructuraron el 93 por ciento de la deuda externa con una quita del 43 por ciento del valor original. Hoy el país no se rige por los mandatos del Fondo Monetario Internacional, como pasaba hasta 2003.

Otro gran logro del kirchnerismo: el Impulso a los juicios contra militares y civiles que participaron en la última cívico-castrense. Hay condenados 370 represores ilegales.

Imagen de Néstor Kirchner en Plaza de Mayo, Buenos Aires.

Imagen de Néstor Kirchner en Plaza de Mayo, Buenos Aires.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación fue renovada por iniciativa del kirchnerismo y es uno de los cuerpos constitucionales más respetados. Sin embargo, la reforma judicial aprobada este año afectará los derechos de millones de personas y no «democratizará» la Justicia, pese a lo que asegura el hoy oficialismo.

La ley de medios audiovisuales sería considerada como otro éxito del kirchnerismo, pero la demora en su aplicación cabal, independientemente del conflicto entre el oficialismo y el grupo Clarín, es un déficit grave.

La falta de transparencia es otro «pecado» de estos 10 años Por ejemplo, no hay una ley de acceso a la información pública.

El kirchnerismo será recordado dentro de una década por el grado de polarización entre sectores altos y medios urbanos opositores y afines al hoy oficialismo, una división que recuerda las épocas del primer peronismo, entre 1945 y 1955.

El matrimonio gobernante impulsó la minería a cielo abierto, desechando los costos ecológicos, e ignoró protestas de indígenas por sus tierras.

También esta década será recordada por la ausencia de una reforma impositiva progresista. Hoy permanece gran parte de la estructura impositiva del menemismo, que tanto denostó el matrimonio presidencial. Tampoco hubo cambios en la vida interna de los sindicatos, donde persiste el viejo esquema antidemocrático en muchos de ellos. Y persiste la legislación que establece la desigualdad religiosa sancionada bajo dictaduras militares.

Debajo, un video que grabé del despacho presidencial de Fernández de Kirchner en la Casa Rosada el 22 de abril de 2011:

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=OZaY9uS4DY4&w=640&h=360]

Aunque los Kirchner no apoyaron ninguna iniciativa sobre la despenalización del aborto, impulsaron y lograron la sanción del matrimonio entre personas del mismo sexo, y la garantía del derecho a la identidad de travestis y transexuales.

Otro «volantazo» típico de la Argentina se registró en la política exterior: de las “relaciones carnales” del menemismo con los Estados Unidos se pasó a un distanciamiento. El eje principal hoy es con Venezuela y Brasil, a pesar de los conflictos comerciales con el líder del Mercosur.

Con el kirchnerismo, el presupuesto educativo subió del 3 por ciento al 6 por ciento del PBI y los ingresos de los maestros ya no son paupérrimos. Aumentó un 50 por ciento la cantidad de alumnos universitarios.

En cuanto a la inclusión digital, se entregaron bajo la gestión de Fernández de Kirchner 2,5 millones de computadoras portátiles a estudiantes secundarios de escuelas públicas.

Cristina Fernández de Kirchner en las exequias de Néstor Kirchner en Casa Rosada, 28 de octubre de 2010. Fuente: Presidencia de la Nación.

Cristina Fernández de Kirchner en las exequias de Néstor Kirchner en Casa Rosada, 28 de octubre de 2010. Fuente: Presidencia de la Nación.

Aunque lento, avanza un plan para acelerar y abaratar las conexiones de Internet en todo el país. Y la inversión estatal en investigación y desarrollo creció del 0,4 por ciento del PBI hace 10 años al 0,6 por ciento. Centenares de científicos argentinos fueron repatriados. Sin duda, otro gran punto a favor del kirchnerismo.

Pero la falta de transparencia opaca los logros mencionados hasta aquí. Causas de corrupción que involucran al vicepresidente Amado Boudou, el escándalo del plan de construcción a cargo de un sector de las Madres de Plaza de Mayo, la inexistencia de control en el manejo de los fondos públicos son lastres que marcarán el recuerdo de esta década.

La ausencia de una política decidida contra la corrupción (es muy fuerte al respecto el contraste con Dilma Rousseff, la presidenta brasileña contemporánea de Fernández de Kirchner), de estrategias para democratizar y fortalecer las instituciones constitucionales, son deudas grandes del kirchnerismo. Esto contrasta con lo que dijo Néstor Kirchner cuando asumió el poder el 25 de mayo de 2003, en su discurso ante la Asamblea Legislativa:

«En los países civilizados con democracias de fuerte intensidad, los adversarios discuten y disienten cooperando. Por eso los convocamos a inventar el futuro. (…) No habrá cambio confiable si permitimos la subsistencia de ámbitos de impunidad. Una garantía de que la lucha contra la corrupción y la impunidad será implacable, fortalecerá las instituciones sobre la base de eliminar toda posible sospecha sobre ellas. (…) Vengo a proponerles un sueño: quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio. Pero, además, quiero un país más justo».

Debajo, el discurso completo de Kirchner, el 25 de mayo de 2003. El párrafo mencionado arriba comienza en el minuto 1.57:

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=1Zao4M3qXvw&w=640&h=360]

Como dice mi querido Litto Nebbia, «si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia, quien quiera oir que oiga».

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=HPgjCeoaiR8&w=640&h=480]

En estos 10 años, hubo y hay una puja profunda por la construcción de ese relato, entre el kirchnerismo y sus opositores, y esto se observa en esta fecha de conmemoración.

¿Cómo recuerdas estos 10 años del kirchnerismo? Puedes expresarte en los comentarios debajo de esta nota.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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