La serie de actos de conmemoración del centenario del genocidio armenio tuvo el 23 de abril un momento muy emotivo cuando las campanas de la iglesia de San Gregorio, el principal centro religioso de la comunidad armenia en la Argentina, repicaron 100 veces, una por cada año posterior a las matanzas masivas cometidas por el Imperio Otomano y en las que murieron un millón y medio de personas.
El acto comenzó a las 12.15 en el barrio porteño de Palermo, siete horas menos que en Armenia, donde eran las 19.15, los números del año del inicio formal del genocidio.
La Iglesia Apostólica Armenia (oficialmente conocida como Iglesia Gregoriana Apostólica Armenia, la iglesia nacional más antigua del mundo) canonizó ese día al millón y medio de armenios que perecieron en el genocidio.
Las víctimas del exterminio perecieron durante las operaciones militares y paramilitares turcas y en las deportaciones a los desiertos de Siria y Mesopotamia a causa de enfermedades e inanición, en lo que es considerado el crimen contra la humanidad más grave de la Primera Guerra Mundial.
Las iglesias armenias de todo el mundo, donde viven unos diez millones de miembros de la diáspora armenia, celebraron servicios eclesiásticos y colocaron los cruceros de piedra armenios «Jachkar» («jach», cruz; «kar», piedra) en memoria de las víctimas.
La canonización fue seguida por cien tañidos de las campanas de todos los templos armenios del planeta, entre ellos el de Buenos Aires, en recuerdo de los nuevos mártires, desde Jerusalén a Damasco, Teherán o New York, además de templos como La Almudena de Madrid, Notre Dame de París o la catedral de la ciudad alemana de Colonia.
Presencié emocionado este acto de recordación por las víctimas de este exterminio, aun negado hoy por Turquía, y grabé el siguiente video con el centenar de campanadas de fondo:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=ErRcyKw8WSM&w=560&h=315]Puedes leer más sobre el genocidio armenio en estas notas.