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Administro cinco casillas de correo electrónico personales con fines laborales, otras cuatro de Pulso Cristiano y otras tres de organizaciones también con fines laborales. Total: doce cuentas.

En todas ellas observo, y sufro, desde hace casi una década algunos errores de parte de las organizaciones que me envían informaciones con fines periodísticos.

Por «organizaciones» me refiero a agencias de prensa y relaciones públicas, departamentos y áreas de comunicación de oficinas gubernamentales y de empresas, asociaciones profesionales, sindicatos, ONG y un largo etcétera.

Por supuesto, estas malas prácticas no son exclusivas con el periodismo si no en general.

Debajo, una lista de esos errores en el uso del e-mail:

Imágenes en alta resolución

Agotan en forma innecesaria el espacio de la casilla.

Se puede agregar al comunicado un enlace a un sitio en Internet y descargar allí la imagen en la resolución que uno precise.

Imágenes en alta resolución irrelevantes

Cuando se abre el archivo .JPG o el .PNG u otro formato, se trata del logo de la empresa y de la agencia de prensa.

Si se precisa el logo, el periodista lo buscará en el sitio web de la empresa, donde (se supone) debería haber una sección de prensa, con logos en diferentes resoluciones, fotografías, videos y otros materiales para el periodismo.

Archivos de texto adjunto

No tiene sentido, con copiarlo en el cuerpo del mensaje alcanza para leerlo, en especial cuando se lo chequea en un teléfono móvil o tableta.

Además, si están en formato de Microsoft Word, hay que abrirlos en un programa capaz de leerlo. Si el texto incluye enlaces, se los puede listar al final del comunicado, sin necesidad de embeberlos en el cuerpo del mensaje.

Y de «yapa», algunos errores de concepto:

Encabezado de la gacetilla «Se agradece su difusión»

Esa expresión corresponde si fuera una causa solidaria, pero cuando se trata de un producto, servicio, expresiones políticas, sindicales o de otro tipo, está fuera de lugar.

Reenvío de gacetillas

Algunas agencias de prensa adoptan la mala práctica de volver a enviar la misma gacetilla que mandaron una semana antes, o un mes antes, o un trimestre antes, sin aclarar que es un reenvío para que el periodista crea que es información fresca.

Algunas veces escucho o leo argumentos como estos cuando les expreso en forma elegante que no me tomen por tonto: «Lo que pasa es que nos anda mal el servidor del correo»; «como no respondiste te lo volví a enviar»; «algunos nos dijeron que les cayó en la bandeja del ‘spam'»…

Si sólo se aclarara con sinceridad que es un reenvío no habría problema, pero si no, es jugar con la credulidad del periodista.

«La empresa líder»

Comunicaciones que afirman que la organización protagonista (casi siempre una empresa) es «líder» en su actividad o en un segmento, sin precisar la fuente independiente que sostenga eso y sin poner un enlace a los datos completos de ese escalafón.

Si hay otros errores, los puedes expresar en los comentarios.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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