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El consultor tecnológico Juan B. Gnius respondió a mi cuestionario sobre balances y retos de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) en el kirchnerismo y en el próximo Gobierno nacional.

Desde hace 19 años Gnius sigue el desarrollo pormenorizado de la industria de las telecomunicaciones y TIC de América latina.

Autor de más de 40 estudios de mercado, trabajó en proyectos de consultoría referidos a la introducción de nuevas tecnologías, la estructura del mercado de transmisión de datos, el desarrollo competitivo del mercado de proveedores de servicios de Internet, evolución de tecnologías inalámbricas, entre otros tópicos.

También dicta seminarios especializados para operadores de telecomunicaciones sobre la estructura competitiva de la industria, regulación y tecnología en diferentes mercados.

Citado como fuente en diversas publicaciones locales e internacionales, participa como orador en diversos congresos y exposiciones de telecomunicaciones en varios países de América latina.

-¿Qué balance hace de la gestión y las políticas de las administraciones Kirchner iniciadas en 2003 en relación a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)?

-El resultado del balance de los 12 años de administración kirchnerista es mixto.

Hubo una primera etapa que frenó un proceso de modernización que el sector venía trayendo desde la década del ´90.

En ese entonces no se avanzó en los reglamentos para dar mayor impulso a la competencia, cuyos lineamientos estaban contenidos en el decreto 764/2000 (portabilidad, operadores móviles virtuales, interconexión, licencias, servicio universal).

El Gobierno no tuvo en esos años una visión estratégica de las telecomunicaciones, sino más bien una mirada economicista.

La agenda regulatoria de esa época cortó la incipiente competencia que existía en el segmento fijo y permitió la conformación de un statu quo.

Otra iniciativa impulsada desde la Secretaría de Comunicaciones (Secom) que no prosperó en esa etapa fue la conformación de un tercer operador nacional, que irían a conformar las cooperativas. Nunca hubo acuerdo entre estos prestadores.

Otro intento algo fallido fue la reconstrucción del complejo de industrial de telecomunicaciones, formado por fabricantes locales de insumos e infraestructura liviana, que tuvo su momento exportador cuando el tipo de cambio les fue favorable. Algo similar sucedió con la industria local de software.

El único proyecto que tuvo continuidad fue el de Arsat, presentado en 2003 y que, si bien fue mutando, finalmente pudo poner en órbita un satélite geoestacionario de producción nacional, un logro trascendente. Debo reconocer que fui bastante escéptico de este proyecto.

Desde la salida de Guillermo Moreno (2006) el sector telecomunicaciones no figuró en la agenda pública del Gobierno, hasta el anuncio del plan Argentina Conectada en 2010, un proyecto de gran magnitud que fue anunciado por el Ministerio de Planificación.

El plan funciona como un articulador de diferentes programas nacionales y provinciales relacionados con TIC y alfabetización digital.

Sin embargo, el plan tiene algunos puntos claroscuros, ya que las metas están definidas, pero no hay información oficial sobre cuánto se ejecutó, cuánto falta y, en todo caso, reordenar el cronograma del tendido de fibra óptica.

Cabe recordar también que en 2009 se lanzó el proyecto de Televisión Digital Abierta, uno de los programas más avanzados de América latina en términos de cobertura de cara al apagón analógico fechado para 2019.

La llegada de Norberto Berner en marzo de 2013 le imprimió otro ritmo a la Secom. La gestión de Lisandro Salas fue, a lo sumo, intrascendente.

Berner concretó la demorada licitación de espectro para servicios móviles 3G y 4G, comenzó a tomar en cuenta y tratar de resolver las cuestiones relacionadas con la baja calidad de servicio móvil y a poner herramientas al servicio del usuario sobre este tema.

Un punto importante a futuro es el reglamento de operadores móviles virtuales (MVNO, sigla en inglés) que por ahora pasa desapercibido debido a las pocas ofertas bajo este formato pero que podría incrementar la oferta de servicios móviles para determinados nichos de mercado.

Sin dudas, dos hechos quedarán en la historia de la era K: la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la ley Argentina DigitalAmbas leyes podrían haber sido integradas en un solo cuerpo legal.

Los organismos reguladores que surgieron de esas leyes (AFSCA y AFTIC, respectivamente) generaron una nueva arquitectura de rectores del sector que, en el caso de AFTIC, deberá probar si es lo suficientemente ágil para las necesidades de la industria de telecomunicaciones.

-¿Cuáles son los desafíos relacionados a las TIC que enfrentará el próximo Gobierno nacional?

-Uno de los principales desafíos que enfrentará el nuevo Gobierno será la reglamentación de la ley Argentina Digital.

Dependiendo de los reglamentos que se tienen que definir se tendrán mayores precisiones para analizar el futuro del sector.

Otro desafío es dar fin de alguna manera a la adecuación del Grupo Clarín a la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

La nueva administración tendrá bajo su cargo el proceso del apagón analógico, es decir, el cierre de las transmisiones analógicas de TV de aire para dar paso a la TV digital.

Teniendo en cuenta experiencias internacionales, este proceso supone desafíos tecnológicos y logísticos.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional para aprovechar –en favor del desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento– la infraestructura y la legislación (Argentina Conectada, Conectar Igualdad, satélite Arsat 1, ley Argentina Digital, leyes de promoción del software) en relación las TIC registradas en esta última década?
-En principio, el nuevo Gobierno debería darle continuidad a estos planes, mejorando los aspectos necesarios.

Cabe aclarar que muchos planes están en ejecución (Argentina Conectada, por ejemplo).

Por otro lado, como se explicó líneas arriba, la ley Argentina Digital aún debe ser reglamentada.

A pesar de los planes existentes, la población de la Argentina requiere de una mejor conectividad (tanto en precio como en calidad).

Hacia allí deberían dirigirse los esfuerzos de la próxima administración.

-A partir del programa Conectar Igualdad, ¿cómo debería integrar el próximo Gobierno nacional a las TIC en las políticas de educación general?

-La sociedad del conocimiento debe dejar de ser un enunciado. Se avanzó con la entrega de netbooks en colegios, pero falta mucho en conectividad de escuelas, secundarios, terciarios y universidades.

También se debería avanzar en alfabetización digital, tanto a nivel alumnos como docentes.

El mundo avanza hacia nuevas formas educativas, con ofertas de MOOC (cursos masivos abiertos «online», sigla en inglés) que estarían al alcance de muchos si existiera mayor conectividad y promoción de los mismos.

Algunas universidades argentinas ya se han sumado a estas plataformas, pero se debe divulgar y facilitar su alcance.

Sólo los números de accesos de banda ancha (fija o móvil) y los kilómetros de fibra óptica no hacen que se reduzca la brecha digital.

Son un paso indispensable, pero deben complementarse con alfabetización digital.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional en relación a los beneficios fiscales para la fabricación de productos TIC en Tierra del Fuego?

-La situación de los beneficios fiscales para la fabricación local de productos TIC en Tierra del Fuego dependerá de lo que los economistas denominan restricción externa, es decir, disponibilidad de divisas.

En los últimos años toda la sociedad subsidió la fabricación local de productos TIC ya que pagó precios altos por tecnologías que no son de última generación.

-¿Qué alternativas podría adoptar el próximo Gobierno nacional para financiar a los negocios iniciales («startups») y el crecimiento de las empresas?

-Dar un marco de previsibilidad a los privados que decidan invertir en esas iniciativas.

Nota de R.: La foto que ilustra esta nota fue cedida por el entrevistado.

 

Puedes leer las respuestas de otros entrevistados aquí.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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