El despliegue de las redes de telefonía móvil de cuarta generación (4G) iniciado a fines de 2014 por parte de Personal (Telecom), Movistar (Telefónica) y Claro va acompañado por campañas publicitarias que apuntan a fomentar el pase de sus clientes del segmento de consumo final a esta plataforma que promete velocidades de hasta 10 veces más rápidas que los vínculos de tercera generación.
Sin embargo, los tres operadores me confirmaron por separado que analizan y trabajan, en algunos casos, en ofrecer nuevos servicios para sus clientes de empresas, basados en las conexiones bajo la tecnología LTE.
También por el lado de los proveedores de infraestructura de redes hay desarrollos específicos para los mercados corporativos que buscan aprovechar los beneficios de estas redes.
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