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El investigador informático Gabriel Baum respondió a mi cuestionario sobre balances y retos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el kirchnerismo y en el próximo Gobierno nacional.

Licenciado en informática de la Universidad Nacional de la Plata, Baum se desempeña como profesor titular de la licenciatura en informática y director del Laboratorio de Investigación y Formación en Informática Avanzada (LIFIA) de la misma universidad.

Es miembro del Foro Consultivo del Sistema Argentino de TV Digital Terrestre y del Consejo Asesor del Programa Conectar Igualdad.

Fue presidente de la Sociedad Argentina de Informática (Sadio), coordinador del área de TIC del programa de prospectiva tecnológica estrategias y escenarios 2020 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Mincyt), coordinador del Foro de Competitividad de Software y Servicios de la Secretaria de Industria de la Nación y miembro del Directorio de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires. Ganó el Premio Sadosky de Oro en 2005.

-¿Qué balance hace de la gestión y las políticas de las administraciones Kirchner iniciadas en 2003 en relación a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)?

-En términos generales, el balance es positivo. Comenzando por la ley de software en los comienzos de la gestión de Néstor (Kirchner) y siguiendo por la sucesión de grandes programas de infraestructura: TDA, Argentina Conectada, Conectar Igualdad, Igualdad Cultural y otras.

También ha sido relevante la creación del Mincyt, en general para la ciencia y la tecnología, y para las TIC en particular, que han sido consideradas como prioritarias; la puesta en marcha de la Fundación Sadosky ha sido también importante.

También hay que destacar las iniciativas para formar a recursos humanos y despertar vocaciones por la ciencia y la tecnología, y por las TIC en particular.

Me quedan muchas dudas sobre la pertinencia de la creación del polo de la industria electrónica en Tierra del Fuego.

Por el lado negativo, creo que lo que no hubo en este período ha sido un política pública capaz de integrar todos estos esfuerzos e iniciativas muy importantes.

-¿Cuáles son los desafíos relacionados a las TIC que enfrentará el próximo Gobierno nacional?

-El primero, definir un conjunto de políticas públicas que posibiliten el desarrollo del sector TIC (y en general de los sectores de la economía basados en el conocimiento, que en verdad van de la mano de las TIC) y su aplicación al desarrollo nacional, es decir, a todas las industrias, al agro, la educación, la salud, la defensa, la seguridad, la cultura, etc., buscando especialmente favorecer el trabajo y las condiciones de vida de los más humildes.

Mi opinión es que estamos en un punto muy interesante de la trayectoria tecnológica del país.

Se ha desarrollado infraestructura y cierta masa crítica de RRHH, empresas públicas y privadas y centros de investigación que comienzan a tomar cierta relevancia.

La decisión, que se verá reflejada en las políticas públicas del próximo gobierno, es si estas capacidades científicas y tecnológicas se conciben como una infraestructura para el desarrollo de todas potencialidades de la economía y la sociedad.

Es decir, no pensar solamente en una «industria de las TIC» cerrada sobre si misma -algo que estaba de algún modo subyacente en los planes elaborados con motivo de la promulgación de la Ley y el régimen de promoción de software- ; se podría pensar a estas áreas tecnológicas como un enclave cerrado sobre si mismo, que tal vez pueda ser «exitoso» (en el sentido de producir innovaciones, exportaciones, etc.), sin embargo, el efecto de las TIC como una palanca clave para el desarrollo puede ser mucho mayor -y más deseable- para construir una sociedad basada en el conocimiento, más justa y más democrática.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional para aprovechar –en favor del desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento– la infraestructura y la legislación (Argentina Conectada, Conectar Igualdad, satélites Arsat 1, ley Argentina Digital, leyes de promoción del software) en relación a las TIC registradas en esta última década?

-Es necesario pensar en una evolución -renovación- del Estado para que pueda cumplir un rol de liderazgo del desarrollo.

Algunos de los ejemplos mencionados en la pregunta van en esa dirección.

Es imprescindible pensar en la innovación estatal o en el estado emprendedor, al estilo que propone la profesora de la Universidad de Sussex, Mariana Mazzucato.

Creo que en estos años se han encarado grandes proyectos nacionales que, si bien son necesarios, no son suficientes.

Hay que integrar estos proyectos entre si, con el resto de la gestión del Estado en todos sus niveles, y con la vida diaria de la sociedad, ese es el mayor desafío.

No es lo mismo hace una red de agua corriente o de cloacas, que una red de telecomunicaciones; las primeras son imprescindibles para la salud y el bienestar popular, la segunda es una base para construir servicios que deben generar mayor productividad, interacción, cultura, y por supuesto, también bienestar para las personas.

Yo creo que ese es el mayor desafío del próximo gobierno en materia de TIC.

En términos generales, creo que es necesario diseñar una arquitectura nacional de servicios digitales integrada a las necesidades nacionales.

-En su opinión, ¿qué políticas debería desarrollar el próximo Gobierno nacional en relación a los datos abiertos en el Estado?

-Tomando como base la Agenda Digital Argentina es de gran relevancia sostener un amplio y comprehensivo programa de datos abiertos.

En la era de los grandes datos es necesario tener claro que los datos son una materia prima similar a los recursos naturales y su procesamiento y utilización tienen un enorme potencial para la generación de nuevos servicios y nuevos negocios.

Abrir los repositorios de datos del sector público produciría enormes beneficios.

Ejemplos de este tipo de repositorios incluyen información geográfica, estadísticas y datos producidos por proyectos de investigación financiados por el sector público.

El Sistema Nacional de Repositorios Digitales es un muy buen ejemplo.

La promoción de la investigación y desarrollo de datos abiertos y datos masivos es una de las claves para generar nuevos servicios y negocios digitales.

-¿En cuáles áreas debería enfocarse el próximo Gobierno nacional en sus programas de I+D+i (investigación+desarrollo+innovación)?

-Me remito a los temas vinculados con las TIC, sino sería demasiado largo… aunque siempre sobre la base de pensar las TIC principalmente en términos de infraestructura para el desarrollo.

Mi visión sobre la actualidad y prospectiva de las TIC es que estamos en una nueva ola de la revolución de las TIC que se centra en la ubicuidad y movilidad de la conectividad y posibilita los servicios en la nube, el desarrollo de Internet de las cosas (Internet industrial) y la analítica de los grandes datos (Big Data).

Pero no debe pensarse estos temas en abstracto, en el sentido de la investigación «básica», sino integrado a la realidad del país, la producción y la sociedad.

Hay mucho por hacer en la Argentina sobre la base de estas nuevas tendencias tecnológicas, tanto en el Estado como en la industria y en el agro para agregar productividad a la gestión y a la producción.

Por supuesto, hay muchos otros temas en los que se debe y se puede investigar, pero los mencionados creo que son centrales.

Además, me parece que en algunos de ellos estamos a tiempo de entrar temprano, y ganar con eso competitividad internacional

Hace algunos meses escribi un documento que publicó el Mincyt al respecto en el cual desarrollo algunos de estos temas (se titula «Hacia una nueva ola en la revolución de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones», y puede consultarse aquí).

-A partir del programa Conectar Igualdad, ¿cómo debería integrar el próximo Gobierno nacional a las TIC en las políticas de educación general?

-Creo que Conectar Igualdad es una excelente iniciativa y también lo es Program.Ar, y otros programas que impulsa la Fundación Sadosky y otras instituciones públicas y privadas. Es muy importante introducir las TIC en el aula y en la educación.

Sin embargo, estas iniciativas aparecen como intervenciones «externas» al sistema educativo.

Mi opinión es que hace falta una verdadera renovación de la educación a escala nacional, y esta renovación se hace comenzando por las aulas, con los estudiantes y los docentes que están adentro.

Hay que jerarquizar la profesión docente colocándola en los lugares más altos de la consideración social (incluyendo tanto los salarios como la formación y las exigencias en el trabajo).

También por cierto, hay un problema social que afecta a muchos docentes y sobre todo a muchos estudiantes de todos los niveles, pero principalmente de la primaria y secundaria.

Más allá de lo que se avanzo en términos de mayor equidad en la sociedad, no hay buena educación factible sin eliminar la desigualdad y la pobreza, tanto como no hay posibilidad de justicia social sin buena educación.

La tecnología puede ayudar a mejorar, pero el tema es demasiado importante como para dejarlo en manos de la tecnología.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional en relación a los beneficios fiscales para la fabricación de productos TIC en Tierra del Fuego?

-Esto excede mis pobres conocimientos de economía y políticas fiscales… lo que yo pienso es que esta iniciativa tiene sentido si allí se desarrolla un verdadero polo tecnológico que agregue valor y conocimientos e innovaciones nacionales a la industria electrónica.

Yo creo que es bueno que el estado financie (y aun subsidie) a la industria electrónica, siempre y cuando exista un programa que tenga objetivos y metas razonables y factibles en términos de desarrollo económico. generación de nuevos productos, servicios, conocimientos y capacidades factibles y medibles en el tiempo.

-¿Qué alternativas podría adoptar el próximo Gobierno nacional para financiar a los negocios iniciales («startups») y el crecimiento de las empresas?

-Creo que es necesario un programa de financiamiento abierto y diverso que cubra comprehensivamente las necesidades de startups y el crecimiento de las empresas.

Más allá de las dificultades circunstanciales para obtener inversión y financiamiento externo, es necesario establecer un plan de estímulos al desarrollo de productos y servicios con foco en la innovación.

El sector SSI en particular ha demostrado capacidad de crecer y exportar a pesar de la crisis global que cerró los mercados europeos.

El desarrollo de la infraestructura de comunicaciones, y la nueva ley Argentina Digital, establecen un marco para desarrollar productos y servicios innovadores para el mercado local con posibilidades de exportación, al menos a escala regional.

Por otro lado, es muy importante, analizar las posibilidades que abren las alianzas establecidas con potencias emergentes como China, Rusia, India, por tratarse de enormes mercados en expansión y, en especial en el caso chino, con capacidades complementarias con nuestro país; en este punto, es interesante comprender que nuestros desarrolladores de software superan en términos generales la media de sus colegas chinos.

Es necesario y factible financiar el desarrollo de innovaciones tecnológicas utilizando el poder de demanda del estado, de manera amplia y comprehensiva, focalizando en la construcción de una amplia plataforma de servicios públicos, apuntando a conseguir el liderazgo regional en ese aspecto y estableciendo colaboraciones con las nuevas potencias, en especial con China.

Por otra parte, debe intensificarse el estímulo con capital semilla para la creación de nuevas empresas; la experiencia del programa para emprendedores del Fonsoft muestra que existen potencialidades importantes en el sector SSI, también las hay en la electrónica y las comunicaciones, sectores en los que es crucial promover el surgimiento de nuevas empresas.

A la vez, es necesario estimular el desarrollo de capital de riesgo privado, algo que ha comenzado a crecer aunque de manera aún insuficiente.

A la vez, es necesaria una política que ayude a consolidar a las empresas locales de SSI que han crecido notablemente durante la última década impulsadas por la ley de software y otras políticas públicas.

Algunas de ellas ya han logrado internacionalizarse (por ejemplo, Globant y ASSA) pero hay una camada que está avanzando en esa dirección y requiere de estímulos específicos para estabilizarse como jugadores internacionales.

Finalmente, es importante que dicho crecimiento se realice focalizando en la innovación y no solamente en el desarrollo de proyectos de mediana o baja complejidad, generalmente concebidos y diseñados en el exterior.

En ese sentido, la participación en los grandes proyectos públicos constituye una oportunidad para lograrlo.

A la vez, es necesaria la inversión a riesgo tanto pública como privada, y muy especialmente la protección de la propiedad intelectual de las innovaciones.

En este punto, debe considerarse muy seriamente alguna alternativa del tipo de la “Innovation Box” implementada en los Países Bajos desde 2010.

Puedes leer las respuestas de otros entrevistados aquí.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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