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Con avances en la medicina ayudando a más personas a vivir vidas más largas, se espera que el número de personas mayores de 60 se duplique para 2050 en el mundo lo que requerirá de un cambio social radical.

Así lo advierte un nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Día Internacional de las Personas de Edad, que se conmemora el 1 de octubre.

“Hoy, más personas, incluso en los países más pobres, están viviendo vidas más largas”, dijo Margaret Chan, directora eneral de la OMS, en un comunicado que me envió esta organización.

“Pero esto no es suficiente. Necesitamos asegurar que estos años adicionales de vida sean saludables, significativos y dignos. Alcanzar esto no solo será bueno para las personas mayores sino para toda la sociedad”, afirmó.

“Tenemos que estar orgullosos de que vivimos más años de vida, pero debemos prepararnos para los desafíos que este cambio demográfico trae inevitablemente aparejado para nuestras sociedades, para los sistemas de protección social y, en especial, para los servicios de salud”, señaló Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante el lanzamiento del reporte en una reunión paralela al 54° Consejo Directivo de la OPS, en la ciudad estadounidense de Washington.

Vidas más largas, no necesariamente más saludables

Contrariamente a las suposiciones generalizadas, el informe concluye que hay muy poca evidencia de que los años adicionales de vida se están traduciendo en mejor salud como fue el caso de las generaciones anteriores a la misma edad.

«Lamentablemente todavía los 70 no parecen ser los nuevos 60», manifestó John Beard, director del Departamento de Envejecimiento y Ciclo de Vida de la OMS. «Pero podría ser. Y debe ser», afirmó.

Mientras que algunas personas mayores pueden de hecho estar experimentando tanto vidas más largas como más saludables, estas personas pertenecen probablemente a los segmentos más favorecidos de la sociedad.

«Las personas procedentes de entornos desfavorecidos, los de los países más pobres, quienes tienen menos oportunidades y recursos disponibles en la tercera edad, también son propensos a tener peor salud y más necesidades», señaló Beard.

El informe hace hincapié en que los gobiernos deben garantizar políticas que permitan a las personas mayores seguir participando en la sociedad y que eviten reforzar las inequidades que a menudo sustentan la mala salud en la edad avanzada.

Envejecimiento en América

América es una de las regiones del mundo más envejecida. En 2006, había 50 millones de adultos mayores, cifra que se estima duplicará para 2025, y volverá a hacerlo para 2050, cuando una de cada 4 personas tendrá más de 60 años (en el mundo, serán 1 de cada 5).

Además, las personas están viviendo más años de vida. Actualmente, una persona de 60 años puede esperar vivir hasta los 81, es decir 21 años más.

En las últimas cinco décadas, se ganaron en promedio más de 20 años.

En América, más del 80% de las personas que nazcan hoy vivirán 60 años, y 42% de ellos pasarán los 80.

En 2025, habrá aproximadamente 15 millones de personas de más de 80 años en la región.

“Todos los países están envejeciendo y lo están haciendo a una velocidad nunca antes vista en la historia”, advirtió Etienne. “Pero estamos a tiempo de dar una respuesta”, sostuvo.

Actualmente, el país con la población más envejecida de la región de América es Canadá.

Sin embargo, proyecciones basadas en datos de la División de Población de las Naciones Unidas indican que en menos de una década, países como Cuba, Barbados y Martinica superarán a Canadá.

“Envejecer y las personas mayores no son un problema, pero sí lo es la pérdida de 10 años de vida saludable como resultado de que nuestros sistemas de salud y de seguridad social no están preparados para proveer una vida independiente y cuidados de largo plazo a quienes lo necesitan”, consideró la directora de la OPS.

“Para que las personas mayores alcancen y tengan una vida plenamente funcional, no solo necesitan combatir las enfermedades sino vivir en ambientes que faciliten el desarrollo de todo su potencial”.

Según Etienne, el nuevo reporte de la OMS ayudará a identificar formas de adaptar los sistemas de salud actuales a las necesidades de las personas mayores, y a promover que las necesidades de este grupo sean tenidas en cuenta a la hora de avanzar hacia la salud universal.

Envejecimiento: estereotipos y contribuciones

El informe rechaza el estereotipo de las personas mayores como frágiles y dependientes, y dice que a menudo muchas de las contribuciones que las personas mayores hacen se pasan por alto, mientras que las demandas que el envejecimiento de la población va a colocar en la sociedad son con frecuencia excesivas o exageradas.

El informe hace hincapié en que, si bien algunas personas mayores requerirán atención y apoyo, en general la población de edad es muy diversa y hace múltiples contribuciones a las familias, las comunidades y la sociedad en general.

Se cita una investigación que sugiere que estas contribuciones son muy superiores a las inversiones que podrían ser necesarias para proporcionar los servicios de salud, la atención a largo plazo y la seguridad social que estas personas requieren.

Y dice que las políticas tienen que pasar de un énfasis en el control de costos, a un mayor enfoque en capacitar a los adultos mayores a hacer las cosas que son importantes para ellos.

Esto será especialmente importante para las mujeres, quienes constituyen la mayoría de las personas mayores y que proporcionan gran parte de la atención familiar para aquellos que ya no pueden cuidar de sí mismos.

«Al mirar hacia el futuro, tenemos que apreciar la importancia del envejecimiento en las vidas de las mujeres, en particular en los países más pobres», manifestó Flavia Bustreo, subdirectora general de Salud de la Familia, la Mujer y los Niños de la OMS.

«Y tenemos que pensar mucho más sobre cómo podemos asegurar la salud de la mujer a lo largo de la vida», afirmó.

Un futuro brillante aguarda

El informe destaca tres áreas clave para la acción que requerirán un cambio fundamental en la forma en que la sociedad piensa el envejecimiento y a las personas mayores.

Estas acciones pueden dar a las personas mayores de hoy y de mañana la capacidad de inventar nuevas formas de vivir.

La primera consiste en hacer los lugares en los que vivimos mucho más amigables para ellas.

Buenos ejemplos se pueden encontrar en la Red Global de Ciudades y Comunidades Amigas de los Mayores que cuenta actualmente con más de 280 miembros en 33 países.

Estos van desde un proyecto de mejora de la seguridad de las personas mayores en los barrios pobres de la ciudad india de Nueva Delhi a espacios que abordan el aislamiento social y la soledad en Australia e Irlanda.

Realinear los sistemas de salud a las necesidades de las personas mayores también será crucial.

Para ello será necesario un cambio en los sistemas que están diseñados alrededor de la curación de enfermedades, a sistemas que pueden proporcionar atención continua de las condiciones crónicas que son más frecuentes en la edad avanzada.

Las iniciativas que ya han dado buenos resultados se pueden ampliar e introducir en otros países.

Los ejemplos incluyen el establecimiento de equipos integrados por diferentes especialistas como fisioterapeutas, psicólogos, nutricionistas, terapeutas ocupacionales, médicos y enfermeras en Brasil, y el intercambio de historias clínicas informatizadas entre centros de salud en Canadá.

Los gobiernos también necesitan desarrollar sistemas de atención de largo plazo que pueden reducir el uso inadecuado de los servicios de salud y garantizar que las personas vivan sus últimos años con dignidad.

Las familias necesitan apoyo para brindar atención, liberando a las mujeres, que a menudo son los principales cuidadores de los miembros mayores de la familia, para que puedan jugar un papel más amplio en la sociedad. Incluso estrategias simples como apoyo por Internet para los cuidadores familiares en los Países Bajos o el apoyo a las asociaciones de personas mayores que proporcionan apoyo entre pares en Vietnam son una gran promesa.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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