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El emprendedor tecnológico Leonardo Valente respondió mi cuestionario sobre balances y retos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el kirchnerismo y en el próximo Gobierno nacional.

Promotor y organizador de negocios tecnológicos, medioambientales y de gestión, Valente es presidente de ITalentos, una consultora en recursos humanos para tecnologías de la información; y prosecretario del polo tecnológico de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca. También encabeza la empresa Gen Tecnológico.

Valente participó en 2014 en el programa de estudios para graduados de Singularity University, una experiencia internacional compuesta por 80 participantes de 35 países que reciben actualización respecto de «tecnologías exponenciales y grandes desafíos globales».

Su trabajo final en ese centro de estudios californiano fue el desarrollo de un «kit» para la conversión de automóviles convencionales en híbridos para países en desarrollo.

-¿Qué balance hace de la gestión y las políticas de las administraciones Kirchner iniciadas en 2003 en relación a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)?

-Ambiguo, supieron usufructuar la modernización tecnológica de los ’90 y permitir hasta cierto punto que ese status se mantenga, sobre todo hasta el 2010.

Luego se pusieron en práctica restricciones que han ampliado la brecha tecnológica con el resto del mundo, so pretexto de defender la producción en Tierra del Fuego primero, y las reservas después.

Otros desaciertos importantes fueron la gestión del espectro y el lanzamiento tardío de tecnologías como 4G.

Si bien se desarrolló un plan estratégico de SSI (software y servicios informáticos), y una ley de software muy importante, siento que a veces se borró con el codo lo que se escribió con la mano.

La industria tiene que ser competitiva sin un tipo de cambio por el piso, pero una paridad cambiaria exageradamente alta como la que se configuró tras la reelección de Cristina (Fernández de Kirchner), y fundamentalmente el impacto del cepo en la estructuración de ingresos formales provenientes del exterior para las pymes, configuran una paradoja significativa.

-¿Cuáles son los desafíos relacionados a las TIC que enfrentará el próximo Gobierno nacional?

-En primer lugar brindar herramientas de desarrollo para las pymes que quieran internacionalizarse de una manera sustentable.

En segundo lugar, reestructurar la provisión de tecnologías actualizadas, haciendo foco en lo nacional donde somos competitivos, y sin aventurarse a proyectos faraónicos o irracionales con la bandera de un falso nacionalismo.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional para aprovechar –en favor del desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento– la infraestructura y la legislación (Argentina Conectada, Conectar Igualdad, satélite Arsat 1, ley Argentina Digital, leyes de promoción del software) en relación a las TIC registradas en esta última década?

-Empezar a tener una visión más federal de la industria, el interior está lleno de talento y muchas veces le falta recorrer la «última milla» hacia una comercialización sin intermediarios, la integración de proyectos valiosos y el cobro efectivo de esos ingresos.

Otro desafío importante pasa por brindar herramientas para que la educación con y para TIC sea realmente efectiva, y en esos casos es estratégica la formación de todos los actores del sistema.

-En su opinión, ¿qué políticas debería desarrollar el próximo Gobierno nacional en relación a los datos abiertos en el Estado?

-Tengo el placer de haber conocido la revolución de datos abiertos muy de cerca, a partir del excelente trabajo de Manuel Aristarán.

Es importante darle atención a personas como él, que desarrollaron esta tendencia a partir de un espíritu «hacker», donde se busca la libertad de la información, y la capacidad de generar valor para la comunidad.

Si esto se convierte en moda, o incluso en norma por mera corrección política, pero el desarrollo es sólo para la foto, no habrá servido de nada.

Se acercan tiempos muy intensos respecto de la seguridad, la privacidad y la abundancia de la información. El próximo gobierno no podrá estar ajeno a esta realidad.

-¿En cuáles áreas debería enfocar el próximo Gobierno nacional sus programas de I+D+i (investigación+desarrollo+innovación)?

-Creo que debe profundizar áreas que se vienen trabajando bien a nivel universitario como la microelectrónica, pero además estoy convencido de que podemos crecer muchísimo en seguridad informática con destino global, IoT (Internet de las cosas, sigla en inglés) –en software y hardware, aprovechando el talento para la frugalidad que nos caracteriza– y en que temáticas que se vienen trabajando hace mucho como la inteligencia artificial abandonen el «ghetto» universitario y generen valor para las pymes, la industria y el conjunto de la sociedad.

-A partir del programa Conectar Igualdad, ¿cómo debería integrar el próximo Gobierno nacional a las TIC en las políticas de educación general?

-Una de las mejores noticias del año fue la inclusión de programación en la currícula nacional, pero como me advirtió alguien que sabe mucho más que yo de esto, no fue más que un mero gesto de consenso de las provincias.

Para ir más adelante hay que acercar las herramientas, y fundamentalmente capacitar a los docentes.

Y no se puede encargar esta tarea a los sistemas tradicionales de capacitación docente, hay que ejercitar liderazgos, un sistema de reconocimiento diferente al puntaje perverso y una evaluación continua de las capacidades adquiridas.

-¿Qué debería hacer el próximo Gobierno nacional en relación a los beneficios fiscales para la fabricación de productos TIC en Tierra del Fuego?

-En este sentido, creo que hay formas mucho más efectivas de «hacer patria» que criar una industria enormemente subsidiada en el extremo sur del país.

Si el objetivo es proteger la soberanía, con una décima parte del dinero que se pierde podríamos instalar la guarnición mejor pertrechada del país…

Hay que reveer con mayor pragmatismo el desarrollo de la isla, buscar alternativas realmente sustentables de empleo para aquella población que quiere permanecer en el lugar y no se radicó para «hacerse la América» y apostar a recursos excepcionales de la región, fundamentalmente los relacionados con el turismo, siendo uno de los lugares más bellos del mundo.

-¿Qué alternativas podría adoptar el próximo Gobierno nacional para financiar a los negocios iniciales («startups») y el crecimiento de las empresas?

-Sinceramente no creo que la financiación pública sea el escollo para el desarrollo de las «startups».

Asea (Asociación de emprendedores de la Argentina) está trabajando en un proyecto de ley del emprendedor muy competente en ese sentido, y siendo miembro de la organización adhiero plenamente a la iniciativa.

Creo que más que poner dinero de manera directa o indirecta, el gobierno lo mejor que puede hacer es facilitar los mecanismos institucionales para que crear y mantener una empresa nueva e innovadora sea tan accesible como en nuestros vecinos, Uruguay, Chile, etc.

También creo que el factor diferencial de la competitividad de una «startup» a largo plazo es el capital humano, y sin una legislación que diferencie a las pymes de las grandes empresas, se genera un desequilibrio con los empleados a partir de un grupo de normas creados para protegerlos de abusos de grandes organizaciones, convirtiendo en azarosa una parte importante del éxito, y la supervivencia, de una «startup».

-Puede usar el siguiente espacio para comentarios adicionales y propios.

-Tengo la impresión de que cualquiera sea el gobierno que suceda al actual, es inevitable una época de más diálogo y racionalidad.

Si concurren esos factores, más allá de las vicisitudes externas, los argentinos sabremos subir un cambio y volver a la senda del crecimiento y el desarrollo.

Puedes leer las respuestas de otros entrevistados aquí.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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