Dios de nuestros padres y de nuestras madres,
Dios de los caminos recorridos y de los senderos por descubrir,
Dios desde siempre y para siempre,
en tiempos violentos e injustos,
en épocas de sociedades excluyentes,
en días de muros y de vallados,
en horas de incertidumbres y desconciertos:
¡Haz que volvamos a ser lo que fuimos!
¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo!