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Con motivo del día internacional de la mujer, que se conmemorará el 8 de marzo, realicé una encuesta entre periodistas mujeres de la Argentina y América latina, con el propósito de conocer y difundir la situación laboral que ellas viven y los desafíos que enfrentan en su trabajo cotidiano, en el contexto de sociedades donde se registran desigualdades de género.

Debajo, las respuestas que me compartió Lorena Obiol. Al final de la nota encontrarás una ficha personal de ella.

-En cuanto a situaciones de discriminación de género, ¿qué puedes decir acerca de lo que ocurre en el medio donde trabajas o en el medio al cual tu trabajo periodístico como “freelance”?

– Actualmente, trabajo en una editorial dirigiendo una revista de arquitectura y construcción donde somos todas mujeres en el staff. El equipo comercial está compuesto por dos hombres y tres mujeres, mientras que el diseño (actualmente tercerizado) lo hace un varón. No hay situaciones de discriminación por géneros, ni de hombres hacia mujeres ni viceversa, ya sea desde la dirección de la empresa (la dueña es también una mujer) ni entre colegas o compañerxs de trabajo. Hago algunas colaboraciones en otras revistas, donde las editoras son también mujeres, aunque el director y dueño de la empresa es varón. Recién ahora comienzo a tener trato con él, vía mail, por un encargo puntual para una edición especial que saldrá en marzo. Con lo cual, nuestro trato es reciente y escaso. Durante los 7 años que fui empleada de un diario, donde también se editan dos revistas, hubo varias situaciones de clara discriminación de género, tanto horizontal (entre colegas, incluso de mujeres sin hijxs hacia mujeres con hijxs) como vertical (desde algún jefe hacia alguna empleada). Los chistes y comentarios machistas, misóginos y patriarcales eran bastante frecuentes. De hecho, cuando una mujer conseguía una nota con un personaje «difícil» eran mucho más que chistes o comentarios: «te dio la nota porque te quiere levantar» fue una respuesta que escuché.

– ¿Persiste el machismo en las redacciones, en las asignaciones de notas y en las coberturas periodísticas?

– En cuanto a las asignaciones de notas o coberturas y a las secciones más «light» para las mujeres, no recuerdo haber presenciado más que un tema cuando todavía era colaboradora (durante todo 2007 colaboré, pero iba frecuentemente a la redacción, sobre todo cuando estuvimos preparando un suplemento especial de arquitectura). El director del diario le había pedido a uno de los editores que escribiese una nota sobre las relaciones amorosas entre compañeros de trabajo. La nota, en la contratapa del diario, era tan machista que esa tarde una compañera que sintió ofendida, tan ofendida como muchas otras que comentaron por lo bajo, pero no se animaron a hablar, le gritó de todo al editor. Desde luego que ese tema no se lo hubiesen encargado nunca a una mujer. Ah… y para el mundial de 2014 también hubo una nota sobre «cómo miraban los partidos las mujeres y cómo los varones». El solo planteo era por demás discriminador, pero la columna que escribió mi compañera y la que escribió el subeditor parecían ser de un diario de una época anterior al voto femenino. Ni hablar de los estereotipos en los que cabemos o nos quieren hacer caber a las mujeres. ¡En esa nota estaban casi todos! En mi caso personal, nunca percibí que me hayan dado una nota o no me la hayan dado por ser mujer. Sí me tocó hacer para el día de la madre, en la revista de lifestyle en la que también escribía en ese mismo medio, un informe especial que estuvo muy bien planteado y que seguramente me lo asignaron no solo por ser mujer y madre sino por mi interés en el abordaje de ese tema (por entonces, hacía por mi cuenta una revista sobre maternidad y crianza respetuosa). La diferencia entre la cobertura del año anterior, 2013, y la de aquel año fue tan notoria que el director nos escribió un mail felicitándonos. Ahora, del dicho al hecho siempre hubo un largo trecho. Porque cuando las que éramos madres poníamos por encima de todo algún tema personal con nuestros hijxs, no faltaban miradas, caras y comentarios desaprobatorios, increíblemente no siempre de parte de los varones.

– ¿Existe discriminación de género en el salario que recibe la periodista por su trabajo?

– Respecto del salario, no estoy segura de que la desigualdad fuese por una cuestión de género.

– ¿La discriminación sobre la mujer también existe al momento de seleccionar las fuentes por parte de los editores? ¿Éstos prefieren fuentes masculinas?

– Con las fuentes, en general, tuve total libertad. El problema es que, en el sector inmobiliario, sobre el que escribí la mayor parte de las notas, los referentes siguen siendo mayoritariamente hombres. Por eso, en mis notas donde hablaban varias fuentes siempre trataba de elegir al menos dos mujeres (difícil no repetirlas porque, hasta el momento, hay una sola desarrolladora, brokers son dos o tres, constructoras ninguna).

– ¿Se le presta o no atención al tema de la discriminación de género en los medios, dentro y fuera de ellos?

– Se le presta atención al tema de género en las redacciones que conozco y que comentan mis colegas más por cuidado de no tener problema o por ser políticamente correctxs, muchas veces, más que por real interés o real necesidad de que sea una cuestión importante. «Cuidado que es feminista», escuché como advertencia alguna vez de un compañero hacia otro en una charla en la que yo estaba presente. Me refiero con esto al día a día. Luego, en cuanto al interés periodístico del tema, sería interesante analizar cómo abordan los medios los temas “femeninos”, sobre todo en fechas tan simbólicas como el día de la mujer o el de la madre. Otro capítulo interesante en los medios es el consumo y las publicidades dirigidas a varones, a mujeres y a ambos (pero no me quiero extender).

– ¿Existen normas sobre perspectivas de género durante el proceso de producción periodística en el medio donde trabajas o al cual entregas tu trabajo como “freelance”?

– Hasta el momento en que trabajé en el diario, no.

– ¿Por qué crees que hay tan pocas mujeres en cargos directivos de medios de comunicación, cuando sucede lo contrario en el ámbito de las relaciones públicas o comunicación organizacional?

– Es cierto que hay más directores de medios varones que mujeres y no estoy segura de sea inverso en las consultoras de RRPP y prensa. Lo que es común, y excede a la actividad periodística, es la selección del hombre (en todos los puestos, no sólo en cargos jerárquicos) por sobre la mujer porque los varones no necesitan licencia por maternidad, no faltan cuando sus hijxs se enferman, no se quedan trabajando en su casa si la niñera o el niñero falta, no salen corriendo si los llaman del colegio de sus hijxs porque pasó algo (no porque no saldrían corriendo si los llamasen, sino porque desde las escuelas suelen llamar siempre primero a las madres). Por eso creo que este es un tema más amplio y que el machismo y las normas del patriarcado nos subyacen y no alcanza con abordarlos solo desde lo micro o analizarlos desde cada tarea en particular. Claro que hay micromachismos en todos lados.

– ¿Mujeres solteras y sin hijos tienen más probabilidad de ascender en los medios?

– Desde luego que mujeres solteras sin hijxs tienen más chances. Aunque una mujer joven, en pareja y conviviendo (casada o no), también resulta una «amenaza» en este sentido.

– ¿Sigue vigente la idea de que hay temas periodísticos (por ejemplo, salud) para mujeres y temas (por ejemplo, deportes) para hombres?

– Lo respondí junto con la selección de notas.

Lorena Obiol

Soy directora editorial de la revista Marketing de Obras. Soy mamá de Juan Cruz, un valiente niño de 12 años del que aprendo mucho más que de ninguna otra fuente, academia, libro o profesor. Como digo siempre, Juan es el posgrado de mi vida. Uno que nunca terminaré, el que más me interesa aprender y el que mayores satisfacciones me da.

Puedes leer las respuestas de otras periodistas encuestadas haciendo clic aquí

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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