Disfruté de una sorpresa, hermosa para un amante de la geografía como este servidor, el 9 de abril de 2016 durante el viaje desde el aeropuerto alemán de Frankfurt a la ciudad china de Beijing en un avión Boeing 777-39L(ER) de la aerolínea Air China.
No había ingresado antes del viaje a Flightradar24, un servicio que informa sobre vuelos comerciales de pasajeros en todo el mundo, para consultar las posibles rutas.
Supuse, equivocado, que el avión sobrevolaría Europa central y oriental y Kazajistán, y entraría a China por Sinkiang, en el extremo oeste del tercer país más grande del mundo.
Por eso me sorprendí al ver en el mapa de viaje en la pantalla delante de mi asiento que el avión enfilaba hacia el mar Báltico y bordeaba las costas de Dinamarca y Suecia.
El cielo estaba límpido y fotografié un avión que iba en dirección contraria al mío.
El avión pasó cerca de la isla dinamarquesa de Bornholm, y de su capital, Rønne.
Lamentablemente cuando el avión se acercaba a Gotland, la mayor isla del Báltico, donde el magistral cineasta ruso Andréi Tarkovski filmó Sacrificio, su séptimo y último largometraje en 1986, las nubes ocultaron la visión del mar.
Sólo se despejó un poco cuando el avión ingresó a Estonia, donde el viaje depararía otras emociones geográficas.