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El Gobierno nacional lanzó una convocatoria para el desarrollo de cinco componentes para satélites. Los aspirantes deben ser consorcios público-privados conformados por empresas e instituciones de investigación y recibirán un subsidio por el 80% del costo de cada proyecto.

Según informó el periodista Matías Alonso en una nota difundida por la agencia TSS, la convocatoria se lanzó través del programa de proyectos estratégicos presentado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (Mincyt) en septiembre de 2015.

El programa, rebautizado “Innovación colectiva”, establece que podrán participar consorcios público-privados conformados por empresas e instituciones de investigación, que recibirán un subsidio por el 80% del costo de cada proyecto.

El proyecto “Tecnología para la producción nacional de satélites” involucra la participación de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae)  y se propone “establecer un sector productivo local de piezas para satélites que se inscribe en la actual capacidad del país para la construcción y puesta en marcha de este tipo de artefactos”.

La iniciativa fue presentada en diciembre en el Museo de la Casa Rosada, mientras en el Mincyt grupos de científicos ocupaban el edificio en protesta por los recortes presupuestarios, por el subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Jorge Aguado, y el director nacional de Proyectos Estratégicos (PE), Sebastián Guerriere.

Durante la jornada también fue lanzada la convocatoria “Tecnología para la previsión de catástrofes”, que es impulsada con el Ministerio de Defensa (Mindef).

Aguado presentó la convocatoria y se refirió al Mincyt como una cartera de servicios para otros ministerios que tengan alguna necesidad de soluciones, y “que, por alguna razón, como que puede ser muy riesgoso o no tenga una rentabilidad aparente alta, el mercado no lo está dando de forma autónoma”.

Según los funcionarios, con esta convocatoria se busca que la producción de piezas de satélites sea competitiva desde el punto de vista económico, algo que suele ser muy difícil de lograr en las etapas tempranas de la producción de estos insumos.

El proyecto apunta a desarrollar partes para satélites livianos que puedan funcionar en constelación.

Esta modalidad de satélites de arquitectura segmentada es la que viene impulsando la Conae a través del proyecto SARE desde hace algunos años y que se articula con el proyecto del lanzador Tronador.

Las partes que esta iniciativa busca reemplazar con manufactura argentina son los siguientes:

  • El gimbal, un dispositivo electromecánico que en su aplicación satelital permite la alineación de las antenas de comunicación de un satélite con otro o con la estación terrena.
  • El módulo CPU para la computadora de a bordo.
  • Los módulos de entrada y salida para intercambio de datos.
  • Baterías de iones de litio para satélites.
  • Los detonadores y actuadores piromecánicos para vehículos espaciales como el Tronador, que se utilizan, tanto para la separación de fases durante el vuelo como para abortar el lanzamiento o destruir el cohete una vez lanzado, si es que existe algún desperfecto o mal funcionamiento.

Con respecto al desarrollo de satélites de arquitectura segmentada, Fernando Hisas, gerente de Proyectos de la Conae, explicó que cada uno de los satélites tendrá una función diferencial dentro de la constelación.

“Estamos detrás de una familia de computadoras de a bordo que tenga capacidad para adaptarse a los requerimientos de distintas misiones, por lo que tienen que tener flexibilidad como para ajustarse a eso”, dijo.

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Durante la presentación se hizo énfasis en que el foco está puesto en la producción de satélites livianos y en ningún momento se mencionó la suspensión del desarrollo del satélite geostacionario Arsat-3, para el cual el Mincyt había firmado un acuerdo con la empresa Arsat.

Sí se hizo referencia a que se buscará que pymes nacionales puedan desarrollar estas partes, pero no hubo aclaración sobre si podría participar la empresa rionegrina Invap (responsable de la fabricación de los satélites Arsat-1 y Arsat-2 y cuyos directivos estuvieron presentes durante la jornada), algo que había sido puesto en duda durante la presentación de los proyectos estratégicos en septiembre pasado.

Si bien la convocatoria busca financiar proyectos que permitan sustituir importaciones y tengan potencial de exportación, los requisitos de integración local de componentes son flexibles.

Por ejemplo, se espera que se desarrolle una batería para misiones satelitales, pero las celdas que la conforman podrán ser importadas.

En este sentido, un participante del público cuestionó que “excepto el gimbal, que tiene un gran parte electromecánica, todo lo demás corresponde a insumos importados”.

Conrado Varotto, director ejecutivo de la Conae, justificó esa flexibilidad en los requisitos en que “entre un componente calificado para volar en el espacio y un componente no calificado estamos hablando de uno o dos órdenes de magnitud”.

Los detalles de la convocatoria estarán en este portal a partir del 28 de diciembre y el Estado otorgará un subsidio por el 80% del costo de cada proyecto.

En total, los cinco suman 70 millones de pesos, que serán aportados por la agencia del Mincyt a través del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec), con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Tesoro Nacional, más una contraparte de alrededor de 17 millones de pesos que deberán aportar los consorcios público-privados, que tendrán que entregar un prototipo experimental con su ingeniería de detalle.

Los consorcios dispondrán de tres años para usar el dinero, aunque los proyectos podrían extenderse una vez acabado el financiamiento.

La evaluación de los proyecto estará a cargo del Fonarsec y cerrará en abril.

Los miembros del consorcio deberán tener localización impositiva en la Argentina y, si bien se aprobará un proyecto por cada pieza, son libres de concursar por más de una de ellas, en tanto puedan asumir los compromisos económicos requeridos por cada convocatoria.

“Ahora pasamos al Ministerio de Ciencia y Tecnología”, dijo Varotto en referencia a que el organismo que dirige quedó bajo la órbita del Mincyt durante este año.

“Esperamos que los chicos del Conicet vengan a buscarnos y que empiecen a sumarse a los proyectos, y que esa gran capacidad que tienen empiece a converger”, agregó el titular de la Conae.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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