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Las siguientes respuestas forman parte de la encuesta “Las novedades del año viejo 2017”. Más información sobre esta encuesta aquí.

Manifestaciones artísticas

Fue excelente ver Asesinato para dos, la obra de teatro a la que Carlos Mazalán me invitó y que fue todo un logro artístico.

Películas

He visto muchas este 2017: me apasionaron series como Las cuatro estaciones, basada en las novelas del cubano Leonardo Padura (algunos capítulos incluso llegaron a tener la enorme sensualidad de sus textos). Espero cada nueva entrega de Sobreviviente designado, como lo hice con El Marginal; con Trapped; con The Crown; con Nobel y con la mágica Sense eigth.

Comidas y bebidas

Soy omnívoro y disfruto de todas las comidas pero a medida que crezco todo debe ser cada vez más recatado. Mi desayuno diario con Blanca se inicia con mates y sigue con leche de sésamo y tostadas con miel. Me encantan las ensaladas. Adoro el ajo y lo picoso -especialmente muero por el rocoto y afortunadamente sin consecuencias-. Tengo serios entredichos con la cebolla que ha pasado a ser un lejano amor de juventud al igual que con el hinojo. Y si hablamos de vinos me encantan los cabernet sauvignon; también los malbec y los nuevos torrontés & cosecha tardía que vienen de la bellísima Cafayate, donde un sigo atrás comenzó parte del ciclo vital que me trajo a este mundo. Obvio: el mate, sí y las rondas con seres entrañables y también con quienes tienen la osadía o la gentileza de compartir el diálogo.

Libros

Leo toneladas, aunque no todo lo deseado. Leo de a cuatro libros a la vez -amen de diarios y revistas digitales- y agradezco al universo bit & byte haber desarrollado tablets y kindle´s, amén de celulares y otras pantallas para leer. Leo varios libros a la vez para aprovechar cada hueco, sea en el consultorio del dentista, el bondi o el subte. Sigo amando a los japoneses y vuelvo cada año a Una grulla en la taza de té; Ah y también leí otro de Kawbata que me debía: El maestro de go. Sostengo mi pasión por los chinos y aguardo el octavo del gran novelista policial Qiu Xialong. Este año me reencontré con Ricardo Piglia a través de El camino de Ida. Y de Eduardo Sacheri leí: Esto era ser feliz; más (la genial, porque ganan los buenos) La noche de la Usina. Pude al fin leer la ciclópea novela La rebelión de Atlas, de Ayn Rand. Y al fin llegué a decirle: mucho gusto, qué enorme placer de conocerla, a Margaret Atwood, a través de sus Chicas bailarinas. Al fin -también- pude conocer un texto del nicaraguense Sergio Ramirez, y mientras leía Adiós muchachos, evocaba esas crónicas inolvidables de Mario Stilman, para Clarín, sobre la caída de Managua, que desde el frente que enviaba noche a noche ese extraordinario cronista. Pero la ficción no dejó atrás a otras obras como Mundo esponja, de Sebastián Campanario o textos de gestión empresaria de una editorial para pymes, dirigida por Paula Molinari.

Canción, músico, recital

Blanca trajo a casa un dispositivo Google Home y disfruto de rondas de mates con Mercedes Sosa cantando solo para mí; con Raúl Barboza hablando de nuestros ancestros guaraníes. Y vuelvo a bailar en la cocina cuando nadie me ve aquellos ritmos dislocantes de The Credence Clearwater Revival (¡todo un viejazo sí; pero qué quieren!).

Tecnologías de la información y la comunicación

Una app: Evernote porque siempre amé las libretas de apuntes, desde muy joven cuando leí que Albert Einstein decía: siempre llevo mi libreta de apuntes porque son pocos (sic) los momentos de lucidez en el día y uno debe capturar las buenas ideas. Guau, si él decía eso, qué queda para un simple mortal y desde entonces siempre llevé mi pequeño cuaderno personal; aquel que entra en un bolsillo, incluso las tan afamadas Moleskine (sí, alguna vez tuve una). O sea: pasé por las reales y por las digitales, desde la Palm hasta el actual celular. Y la gran aplicación para anotar todo cuanto pienso interesante es para mi Evernote, mi actual Moleskine. Y también escribo sobre Evernote este texto para César y sus lectores (yo entre ellos).

Logro o meta personal, laboral, profesional alcanzado en 2017

Suelo invitar a visitar Portinos a los colegas y amigos del amplio campo tics en que van estos últimos 40 años de mi vida periodística.
Me gusta decirles que se encontrarán con hermosas oficinas y la muy buena vibra de los 16 que hoy somos en la agencia. Trato de interesar a los invitados contándoles que construimos un bello espacio en el barrio de San Telmo; cálido en el colorido, en la buena onda y en los proyectos que nos ocupan o con los que soñamos.
Disfruto Portinos Agencia Digital a pleno y también del ejercicio del oficio periodístico junto con Agus -Agustina Dergarabedian- con quien co-editamos día a día Portinos blog, donde hablamos del trabajo de innovadores y emprendedores transformando nuestras vidas.

Espacio libre

¿Qué espero para 2018? Poder seguir diciendo como en la canción: ¡Gracias a la vida! Es lo que siento cada vez que preparo el mate en la cocina de casa, abro la ventana y extiendo la mano hacia el jardín en miniatura que Blanca cultiva en las alturas. Es el modo más directo de disfrutar la vida: allí siempre hay menta fresca; a veces unas rositas rococó o azaleas florecidas o unas radiantes y simétricas mburucuyá aferradas al balcón. Pienso que viven solo un día. Divago entonces sobre lo fugaz de la existencia y, aunque mi día dure ya siete décadas, me contagio de ese florecimiento y del sentido de la brevedad. ¡Gracias!

Epifanio Blanco

Padre de dos hijas y otros cuatro del corazón – 6 nietos propios y del corazón – periodista – socio en Portinos Agencia Digital.

Puedes leer las respuestas del resto de los encuestados haciendo clic aquí.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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