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El título de esta nota no es una fórmula personal para ganar en la quiniela u otro juego de azar. Este 30 de julio de 2018 cumplo 54 años de edad, y para celebrarlo me autoregalo uno de mis salmos preferidos, el 19, y una canción del genial compositor estadounidense Burt Bacharach.

Tomé la fotografía que ilustra esta nota el 3 de diciembre de 2017 con una cámara Canon EOS 1300D en Keawakapu Beach, Maui, Hawái.

La siguiente versión de este salmo, atribuido al rey David, corresponde a la Nueva Traducción Viviente (NTV):

Los cielos proclaman la gloria de Dios
y el firmamento despliega la destreza de sus manos.
Día tras día no cesan de hablar;
noche tras noche lo dan a conocer.
Hablan sin sonidos ni palabras;
su voz jamás se oye.
Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra
y sus palabras, por todo el mundo.
Dios preparó un hogar para el sol en los cielos,
y este irrumpe como un novio radiante luego de su boda.
Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera.
El sol sale de un extremo de los cielos
y sigue su curso hasta llegar al otro extremo;
nada puede ocultarse de su calor.
Las enseñanzas del Señor son perfectas,
reavivan el alma.
Los decretos del Señor son confiables,
hacen sabio al sencillo.
Los mandamientos del Señor son rectos;
traen alegría al corazón.
Los mandatos del Señor son claros;
dan buena percepción para vivir.
La reverencia al Señor es pura,
permanece para siempre.
Las leyes del Señor son verdaderas,
cada una de ellas es imparcial.
Son más deseables que el oro,
incluso que el oro más puro.
Son más dulces que la miel,
incluso que la miel que gotea del panal.
Sirven de advertencia para tu siervo,
una gran recompensa para quienes las obedecen.
¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón?
Límpiame de estas faltas ocultas.
¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente!
No permitas que estos pecados me controlen.
Entonces estaré libre de culpa
y seré inocente de grandes pecados.
Que las palabras de mi boca
y la meditación de mi corazón
sean de tu agrado,
oh Señor, mi roca y mi redentor.

El tema se llama «Not Goin’ Home Anymore», y fue escrito por Bacharach para la película Butch Cassidy.

El siguiente video tiene el sonido del disco en vinilo, como lo escuché por primera vez en la casa de mis padres, quienes me enseñaron desde niño a apreciar la música de Bacharach:

Esta música, que rezuma una dulce nostalgia con un andante al final que se va diluyendo, refleja bien este día, por los recuerdos de quienes ya no están conmigo para celebrar este cumpleaños en esta tierra de los vivientes pero con la esperanza de un rencuentro con ellos dónde y cuándo Dios lo disponga.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

2 Comments

  • Vera Nazarian dice:

    Querido Cesar,

    De todo corazón te deseo Alegrías, Salud, Paz, Cariños, Éxitos y más.

    Me sumo, y me imagino, a tu alegría por la experiencia vivida por Agustina en estos días en Armenia. Como vos, también, estoy tan orgullosa de ella!

    Abrazo grande querido César y todo lo mejor en este día y siempre!

    Cariños, Vera Anush Nazarian

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