Skip to main content

La pregunta del título de esta nota fue respondida, en una entrevista que le realicé, por Sergio Candelo, director de operaciones de la empresa argentina de software y servicios informáticos Snoop Consulting.

«Creo que la clave -más allá de definir si se debería tener o no un embajador- es entender el para qué se tendría esa figura; qué funciones cumpliría, sobre todo en un contexto en donde las principales tecnológicas ya tienen acceso directo a los mandatarios. En algunos casos, de hecho, las grandes empresas terminan teniendo igual o más poder que algunos países», dijo Candelo.

«En este sentido, se podría decir que una función que podría tener un embajador tecnológico sería la de evaluar y generar nuevas formas de relacionamiento y acción más allá de lo exclusivamente protocolar», agregó este alto ejecutivo de Snoop.

Puedes leer la entrevista completa que publiqué en iProfesional aquí.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: