Skip to main content

Las camas cápsulas son famosas entre los turistas frecuentes a partir de los lugares de hospedaje que las ofrecen en Japón, en especial en Tokio, la capital de este país. Una variante de este concepto llegó a Buenos Aires, en uno de los edificios más hermosos de la avenida de Mayo.

La idea de los hoteles y camas cápsula surgió en la década del 60, para satisfacer la necesidad del trabajador japonés que trabaja todo el día y que completaba sus espacios de ocio en karaokes, pero que no vivían en las grandes ciudades, sino que cada mañana, llegaban en tren a Tokio u Osaka.

Para quienes perdían el último tren de camino a casa, la solución era un hotel donde pasar la noche.

Kisho Kurokawa, un arquitecto japonés, creó en 1972 el edificio Nakagin Capsule Tower en el distrito de Ginza en Tokio, y se convirtió así en el padre de los hoteles cápsula.

La propuesta era alojar a los trabajadores que pasaban la semana en Tokio.

Así, en un edificio de 14 plantas, creó un total de 140 cápsulas, de 4 x 2,5 metros.

Hoy hay más de 300 establecimientos en todo Japón, que ya no alojan solo a trabajadores, sino a viajeros de todo el mundo.

Son cápsulas individuales, como una mini habitación de hotel, en la que no suele haber más que una cama para una persona, luz, enchufes y a veces, un pequeño televisor.

Los baños en estos hoteles son compartidos, divididos por sexo y en algunos casos mixtos.

La llave de la cápsula sirve para un casillero donde guardar la valija y efectos personales.

Cuentan con espacios comunes donde relajarse, restaurantes, bares y máquinas expendedoras.

Uno de sus ventajas suele ser su precio y muy buena ubicación. Los contras son la dificultad para descansar, la escasa privacidad y el ruido.

Un hostel en La Inmobiliaria

El Franca City Hostel de Buenos Aires parte del concepto de hostel y en ese contexto aplica la idea japonesa, aunque con variantes.

El 28 de enero visité este lugar, en el marco de una presentación para la prensa, y con huéspedes, en su mayoría extranjeros.

Está ubicado en La Inmobiliaria, un gran edificio histórico en la avenida de Mayo al 1400 que data del año 1910.

En su interior el proyecto fusiona la arquitectura ecléctica original con instalaciones modernas y mobiliario de diseño.

Cuenta con 33 camas cápsulas súper size, cuartos privados y un amplio espacio de trabajo colaborativo («coworking»).

Apunta a los viajeros interesados en vivir de cerca la historia y arquitectura porteña, relacionarse con otros turistas y potenciar sus experiencias.

Está cercano a diferentes puntos turísticos relevantes como el Palacio Barolo, el Teatro Colón, el café Tortoni, el Congreso Nacional, la confitería de Molino y el cine Gaumont.

También está cerca de la plaza del Congreso (el monumento es el de los dos congresos, pero hay colegas que insisten en llamar a la plaza con el nombre del monumento…), la avenida de Mayo, la avenida 9 de Julio, la plaza de Mayo y el Obelisco, lugares que sirven de escenario de manifestaciones y celebraciones sociales porteñas, qué para el visitante son un gran atractivo.

El hostel tiene en total 287 mts2 en un entrepiso de La Inmobiliaria. Se accede por una escalera de mármol con barandas de hierro o un antiguo ascensor, que dan a una pesada puerta de época.

Un amplio living y una recepción con un gran mural realizado por la muralista Verónica Escalante dan la bienvenida a los viajeros.

El living es un espacio luminoso de techos altos contenido por imponentes vigas constructivas con un gran ventanal que da a la avenida de Mayo.

Desde las ventanas que dan a la avenida se pueden ver movilizaciones y celebraciones sociales.

En la mitad del living hay una barra móvil con la idea de que cada huésped se sirva a si mismo de la chopera y viva la experiencia de tirar cerveza.

La cocina compartida tiene un diseño moderno y minimalista, y está bien equipada.

En un entrepiso se encuentra el espacio de coworking, para aquellos huéspedes que buscan un lugar cómodo y con muy buena conexión Wi-Fi para trabajar de manera remota durante su estadía.

También es un espacio que está abierto para realizar diferentes acciones con invitados como catas de vinos o desayunos de negocios.

El hostel posee cuatro habitaciones comunitarias mixtas con camas cápsulas súper size.

Tres de las habitaciones tienen una capacidad para ocho huéspedes y la otra tiene capacidad para nueve huéspedes.

Cuenta con una habitación privada con cama matrimonial más una cama individual (la cama matrimonial puede abrirse en dos, formando tres camas individuales) con capacidad para tres personas y baño en suite, y una habitación semi privada con una cama matrimonial, que puede abrirse en dos y convertirse en dos camas individuales, y capacidad para dos personas con baño compartido.

La puesta en valor de la propiedad y el diseño integral del interiorismo y equipamiento se hizo de la mano del estudio Rietti Smud & Asoc. Arquitectos.

Lucas Marcos Olmi, creador y socio fundador de Franca City Hostel Buenos Aires, explicó en la recorrida que a diferencia de otras propuestas de camas cápsulas, en este hostel las camas son el diferencial de su propuesta.

Se trata de un espacio privado, amplio y con luminosidad en un cuarto compartido.

Las camas son de diseño industrial, resistentes, confeccionadas por el estudio Números Primos.

Cada cápsula cuenta espacios para que cada visitante tenga a su alcance lo necesario para una estadía confortable: roperos con amplios espacios de guardado y percheros, eslingas para dejar protegida la valija debajo de la cama, luces de lectura, consola, enchufe, puerto USB y cortinas, lo que genera privacidad.

El hostel aplica buenas prácticas ambientales. Los equipos de aire acondicionado, heladeras, cocina y artefactos eléctricos son de consumo bajo.

Se reutilizaron los pisos originales de madera. Se implementan prácticas de separación de residuos y reducción en el consumo de agua en baños y cocina.

Con una tarifa promocional de 15 dólares la noche, los viajeros acceden a sus camas cápsula, baños compartidos y espacios comunes: cocina, espacio de coworking, living, barra de tragos y cine.

Incluye servicio de mucama, conserjería las 24 horas y oferta de tours con mapas y guías para quienes visitan Buenos Aires por primera vez.

Además, se ofrece un desayuno a una cuadra en el café Flaneur con un voucher a utilizar de 9.00 a 21.00.

A continuación, una serie de galerías de fotografías propias (las superiores fueron provistas por el hostel) que tomé en la recorrida de este singular hostel.

La Inmobiliaria

La entrada

La recepción y el living

Uno de los cuartos con camas cápsulas

Otro de los cuartos con camas cápsulas

La cocina, los baños y el espacio de coworking

La caja fuerte de 25 toneladas

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: