«Suscita el amor en tu vida (a tu cónyuge y a tu familia, amigos, vecinos y colegas), tiende tu mano a quienes padecen necesidad. Ora por la gente y bendícelos. Crece hasta el punto que los primeros pensamientos de tu corazón cada mañana, sea acerca de cómo puedes bendecir a otra persona en ese día».
Joyce Meyer