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El «bullying» evoluciona a partir de los cambios del mundo, en especial gracias a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que juega un rol importante en varias formas de acoso entre jóvenes.

Eset, compañía especializada en detección proactiva de amenazas, explicó a través de su iniciativa Digipadres los conceptos más importantes del ciberacoso: qué es, cómo se manifiesta, por qué es importante conocerlo y, sobre todo, cómo detenerlo.

A diferencia del bullying en mundo real, el acoso cibernético puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, a través de teléfonos móviles, computadoras, tabletas y consolas de juegos.

El anonimato, la facilidad de acceso y la abundancia de interacciones en línea puede provocar que las personas que acosan y hieren a otros se sientan alentadas a hacerlo.

“Ahora que la virtualidad forma una parte crucial en nuestras vidas, es de suma importancia entender cuáles son las formas más comunes de ciberacoso para poder combatirlas y todos juntos ayudar a mantener seguros a los jóvenes en Internet.”, comentó Camilo Gutierrez jefe del laboratorio de investigación de Eset Latinoamérica, en un comunicado que me envió la compañía.

Formas más comunes de bullying en Internet

Ciberacoso

El ciberacoso o cyberbullying es definido por las Naciones Unidas (ONU) como “acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas”.

Este comportamiento está presente en las redes sociales, como Facebook, Twitter, Reddit e Instagram, en las plataformas de mensajería como WhatsApp, las plataformas de juegos y en múltiples sitios de Internet.

Algunos ejemplos para entender este tipo de acoso son los siguientes:

  • La difusión de fotografías sin consentimiento de su protagonista.
  • Mensajes hirientes o amenazas a través de las plataformas de mensajería.
  • Hacerse pasar por otra persona y enviar mensajes agresivos desde esa cuenta falsa.

Con todas estas herramientas disponibles, el ciberacoso puede esparcirse rápidamente, con «bullies» acosando a sus víctimas a través de múltiples plataformas, dejándolos con la sensación de que no hay escapatoria posible.

Pero este no es el caso ya que en la mayoría de las redes sociales se puede reportar cualquier cosa que pueda generar malestar, ya sean fotos compartidas, rumores maliciosos o comentarios agresivos.

En cada vez más países, el acoso, incluso en Internet, es un crimen y es considerado por la ley como un delito penal.

Hay líneas de ayuda dedicadas a ayudar personas víctimas de acoso e incluso puedes llamar a la policía.

«Trolling»

Los «trolls» en Internet son personas que postean en forma intencional mensajes provocativos y ofensivos en los contenidos de otras personas para molestarlos.

Estos comentarios se enfocan de manera usual en cuestiones físicas o personales de la víctima basándose en cuestiones racistas, misóginas, homofóbicas y gordo fóbicas, entre otras.

Los trolls se sienten más cómodos porque pueden hacerlo desde el anonimato de Internet, y comentan cosas que no dirían en el mundo real.

Uno de los consejos más importantes para aquellos que sufren trolling es no responder estos comentarios.

Defenderse o discutir con los trolls puede ser tentador, pero es importante saber que ellos están justamente buscando atención y negarles la respuesta puede ser una poderosa herramienta contra sus comentarios.

Además, las víctimas de trolling pueden bloquear cuentas que estén dejando comentarios agresivos, lo que significa que no podrán comentar más en su cuenta.

Indicadores de bullying

Puede ser difícil distinguir los problemas de adolescentes de los síntomas del ciberacoso, por lo que se recomienda prestar atención a cualquier sospecha para detectar y detener el ciberacoso.

Las siguientes señales pueden ser indicadores claros de bullying:

  • Cambios físicos visibles.
  • Cambios repentinos de humor o pérdida de interés en actividades habituales.
  • Fingir enfermedad para evitar ir a la escuela.
  • Eliminación de sus cuentas de redes sociales.
  • Aislamiento social anormal,
  • Pérdida o extravío de objetos en situaciones extrañas.

Si un niño manifiesta estos síntomas, se recomienda sentarse con él y preguntarle si siente que está siendo acosado, ya sea vía Internet o en la vida real.

Es importante asegurarle que puede confiar sin sentirse amenazados o juzgados, y que se estará ahí para ayudarlo a resolver cualquier problema que esté experimentando.

Una vez que se identifique el problema, se puede acercar consejos claros sobre cómo solucionarlo.

En el caso de un bully virtual, por ejemplo, se bloquea y reporta el contenido.

En segundo lugar, concientizar sobre la importancia de la privacidad, explicar por qué no deberían hablar con usuarios que no conocen en la vida real y cómo su perfil debería ser solo visible para sus amigos.

Desde Eset destacaron que el diálogo es indispensable porque ayuda a minimizar las chances de que los menores sean víctimas de bullying.

También previene que puedan convertirse en los victimarios del acoso cibernético, pudiendo causar malestar y consecuencias psicológicas a otros niños a través de la web.

Además de hablar y concientizar para que los niños entiendan las causas y consecuencias de este tipo de conductas, es importante utilizar las herramientas digitales aliadas de la seguridad para incrementar la protección.

Una opción para el cuidado de los niños en Internet es la aplicación de Eset Parental Control.

Los controles parentales permiten filtrar el contenido que los niños pueden ver, denegando el acceso a imágenes y videos inapropiados que podrían ser enviados por acosadores cibernéticos. También permite filtrar las aplicaciones según la edad del niño.

Además, el control de uso restringe la cantidad de tiempo que tienen los niños para usar sus dispositivos, lo que puede ser un elemento clave para mitigar serias amenazas cibernéticas.

Limitar el tiempo de uso puede ayudar a prevenir la adicción a Internet, brindar a los jóvenes una perspectiva más amplia y evitar que se sientan abrumados si se enfrentan al ciberacoso.

“Si bien el ciberacoso existe, esto no significa que no se pueda hacer nada al respecto. Prestar atención a las señales y comportamientos de los niños cuando usan Internet, entablar diálogos permanentes sobre las amenazas de la web y utilizar las herramientas digitales necesarias para asegurar la seguridad de los niños son las claves para evitar que bullying siga creciendo, permitiendo que los niños y adolescentes disfruten de lo bueno del Internet sin preocupaciones.”, concluyó Gutiérrez.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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