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El Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) es una de las herramientas en la búsqueda de verdad y justicia sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos por la represión ilegal durante la última dictadura cívico-militar de la Argentina, entre 1976 y 1983.

El primer banco de datos genéticos del mundo fue creado por la Ley 23.511, en mayo de 1987. El 1 de junio de ese año se promulgó la norma, un hito para la ciencia argentina.

El banco fue producto de un trabajo sostenido de las Abuelas de Plaza de Mayo, acompañado por abogados que colaboraban con las organizaciones defensoras de los derechos humanos, miembros del Gobierno nacional y juristas cercanos al expresidente Raúl Alfonsín.

Las Abuelas buscaban el uso de su sangre para la identificación de sus nietos. Gracias a esta lucha y el trabajo de científicos se logró lo que se conocería como índice de abuelidad”.

Se trata de un procedimiento que permite determinar la filiación de un niño en ausencia de sus padres mediante el uso de la histocompatibilidad como método de laboratorio.

Según me informó el banco en un comunicado, con el paso del tiempo se presentó un nuevo desafío que consiste en la identificación de los hijos de esos niños robados que hoy son adultos: los bisnietos.

En ausencia de la información genética de los nietos, la búsqueda de la próxima generación implica el desarrollo de nuevas herramientas estadísticas para la identificación.

“El trabajo de restitución de los nietos abre un espacio histórico en donde la ciencia se redime y recupera su función primordial al servicio de la humanidad. Hoy en día hay ya dos generaciones que desconocen su identidad de origen. Los nietos y los bisnietos aún no recuperados de nuestras Abuelas. A ellos seguimos debiéndoles una respuesta”.
Mariana Herrera Piñero, directora del Banco Nacional de Datos Genéticos.

El BNDG firmó este año un convenio con la Universidad Nacional de José C. Paz, para analizar la capacidad de identificar bisnietos con el material genético disponible de los grupos familiares de su archivo.

El avance en las tecnologías de secuenciación permite la obtención de grandes volúmenes de información genética, y así se pueden realizar otro tipo de análisis que aportan mayor potencia estadística con los mismos integrantes del grupo familiar. Estos nuevos métodos permiten el incipiente desarrollo de una nueva disciplina conocida como genealogía forense.

La búsqueda de las Abuelas de Plaza de Mayo con la ciencia argentina ha logrado la restitución de 130 nietos, pero aún falta mucho camino por recorrer para alcanzar la verdad y la justicia.

Victoria Montenegro (nieta recuperada número 66) junto a su hijo Gonzalo Tarelli Montenegro.

El Banco Nacional de Datos Genéticos es un organismo autónomo y autárquico, que en 2009 pasó a funcionar bajo la jurisdicción del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a partir de la sanción de la Ley 26.548.

Es un archivo sistemático de material genético y muestras biológicas de parientes de personas que han sido secuestradas y desaparecidas durante la última dictadura cívico-militar argentina.

Su objetivo es garantizar la obtención, almacenamiento y análisis de la información genética que sea necesaria como prueba para el esclarecimiento de delitos de lesa humanidad entre 1976 y 1983.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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