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Sin ellas no existiría esta nota. Por lo tanto, agradezco a cada una de las personas que me expresaron sus saludos y buenos deseos por mi cumpleaños 57, que celebré el 30 de julio de 2021. Las diferentes vías de comunicación que utilizaron esas personas para saludarme son el motivo principal de las siguientes líneas.

El timbre de llamada de voz de uno de mis dos teléfono móviles con línea sonó sólo 5 veces en mi cumpleaños ese viernes de 2021. De esos llamados, hubo dos que fueron de trabajadores de servicios de mensajería para acordar conmigo la entrega de unos regalos por mi cumpleaños.

Los otros tres llamados fueron de una tía y de dos amigos de hace muchas décadas para saludarme. Uno de esos tres llamados fue por WhatsApp.

Estas solitarias y especiales llamadas telefónicas me despertaron curiosidad para una comparación con los saludos de cumpleaños en 1991 y una especulación sobre cómo será en 2051. Los 60 años del título se refieren al tiempo entre esos dos años.

Los tres llamados de voz contrastaron con lo sucedido este 30 de julio de 2021 en los siguientes canales de comunicación:

  • Más de un centenar de saludos por Facebook y el Messenger de esa red social. No incluyo los «me gusta» en una publicación que hice ese día.
  • Más de un centenar de saludos por LinkedIn, la gran mayoría de personas que no conozco.
  • Decenas y decenas de saludos por WhatsApp, tanto individuales como en grupos que integro. Hubo también algunos saludos en formato de audio.
  • Algunos saludos por Instagram, por mensaje directo y comentarios. No incluyo los «me gusta» en una publicación que hice ese día.
  • Algunos saludos por correo electrónico. Incluyo los enviados en forma automática por algunas empresas de servicios financieros.
  • Algunos saludos por Twitter, ninguno por mensaje directo.
  • Algunos regalos que recibí en mi casa tenían saludos con tarjetas manuscritas.
  • Un par de saludos por comentarios en este sitio web.
  • Un saludo por Telegram.
  • Un saludo de la voz femenina del asistente personal en el Google Home que tengo en casa, que incluyó un sonido musical agudo especial de cumpleaños.
  • Ningún saludo por Skype.
  • Ningún saludo por carta manuscrita o impresa o tarjeta de cumpleaños o telegrama, por correo postal a mi domicilio personal.
  • Ningún saludo por mensaje corto de texto (SMS).
  • Ningún saludo por mensaje de audio grabado en mis dos líneas de telefonía móvil.
  • Ningún saludo por videollamada.

Un aclaración: no tengo ni linea de teléfonía fija ni fax.

Saludos en 1991

En la misma fecha, pero en 1991, tres décadas atrás, el panorama fue muy distinto. Fue un cumpleaños especial, el primero en mi condición de padre. Te comparto lo que sucedió ese día, según los diferentes canales de comunicación existentes hace 30 años:

  • Teníamos una línea de telefonía fija en el departamento donde vivíamos. En ella recibí decenas de llamados de corta y larga distancia, breves porque las tarifas eran caras. No teníamos ni contestador automático ni grabador de mensajes de audio.
  • Recibí algunos saludos por llamados a teléfonos fijos en las radios Splendid, FM Tango y Nacional, donde trabajaba ese martes de 1991. En 2021, trabajé en casa debido a la la pandemia del coronavirus, .
  • Una tarjeta llegó ese día por correo postal desde los Estados Unidos. Alguna vez contaré acerca de la apreciada persona que me enviaba esas tarjetas por mi cumpleaños.
  • Ningún saludo por telegrama.
  • Ningún saludo por los fax en los medios donde trabajaba.

No tenía en 1991 ni teléfono móvil (ese año en la Argentina sólo había unos 25 mil usuarios) ni casilla de correo electrónico.

No existían en 1991 Facebook y su Messenger, LinkedIn, WhatsApp, Instagram, Telegram, Twitter, Google Home, los SMS y las videollamadas.

Saludos de cumpleaños en 2051

Si Dios permite que viva en este planeta el 30 de julio de 2051, ¿cómo serán los saludos por mi cumpleaños ese domingo (lo chequeé en este sitio? Te comparto mis especulaciones, aunque la primera ya está disponible hoy:

  • Hologramas en un salón de casa.
  • Amigos virtuales, al estilo metaverso, en pantallas.
  • En forma directa en el cerebro, a través de chips implantados en el cráneo.

Puedes agregar tus pronósticos, especulaciones o ideas, al estilo de mi querido escritor francés Julio Verne, en los comentarios de esta nota.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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