Mis abuelos Aram y Lousaper Dergarabedian, sobrevivientes del genocidio armenio cometido por Turquía entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, nacieron y se criaron en ciudades de la Armenia occidental.
Ese territorio, que fue asolado por las tropas otomanas, quienes deportaron y asesinaron a la población armenia, tiene dos espacios en Internet que mantienen viva la memoria y el reclamo de justicia por estos crímenes contra la humanidad, que Turquía se niega a reconocer.
Uno de ellos es este sitio web, realizada en Francia, y el otro es este grupo en Facebook. También tienen un canal en YouTube y perfiles en redes sociales, como Instagram:
Armenia occidental formó parte de la patria de los armenios. También conocida como Armenia bizantina y Armenia otomana, surgió a raíz de la división de la Gran Armenia entre el Imperio bizantino (Armenia occidental) y el Imperio sasánida (Armenia oriental, donde se encuentra la actual República de Armenia) en el año 387.
Durante el siglo XIX, el Imperio ruso conquistó la parte oriental de Armenia a los persas, y también algunas partes de la Armenia otomana, como Kars. Los armenios que vivían en sus tierras ancestrales, entre ellos mis bisabuelos, fueron exterminados o deportados durante el genocidio armenio.
La presencia armenia desde hace más de un milenio en la zona fue arrasada y el patrimonio cultural fue en gran parte destruido por Turquía, en lo que se considera un ejemplo atroz de genocidio cultural.
Únicamente los armenios asimilados (armenios convertidos al islam y criados entre turcos o kurdos) y los criptoarmenios (armenios que viven clandestinamente como tales, de religión cristiana armenia) viven en la zona hoy. Algunas organizaciones armenias la reclaman como parte asignada por el tratado de Sèvres.