Una nueva era en el mercado de bienes raíces nace en la Argentina con el impulso de la tokenización regulada, permitiendo que las inversiones inmobiliarias, tradicionalmente reservadas a grandes capitales, se amplíen con tickets mínimos de solo 100 dólares.
Este avance en inversiones es ofrecido por compañías como Volsmart, que combinan la seguridad jurídica de los fideicomisos financieros con la innovación de los activos digitales, bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El modelo: Fideicomiso regulado y acceso masivo
La clave de la accesibilidad reside en la implementación de un fideicomiso financiero inmobiliario con oferta pública. Volsmart lanzó bajo este esquema el proyecto ILLA Belgrano (en la fotografía superior), un desarrollo residencial en el barrio porteño de Bajo Belgrano.
Esta estructura permite la emisión de certificados de participación digitales con un umbral bajo de entrada, abriendo el mercado a un público masivo de inversores minoristas.
Según me explicó Matías Ferrari, presidente de Volsmart, la estrategia busca ampliar «el acceso a las oportunidades del real estate» al tiempo que garantiza la transparencia del proceso. Las inversiones se realizan de manera totalmente digital a través de plataformas autorizadas, facilitando la operatividad.
Rentabilidad proyectada y seguridad jurídica
El proyecto ILLA Belgrano tiene como objetivo adquirir un paquete de activos (departamentos, cocheras y un local comercial) en el desarrollo, que ya cuenta con un 35% de avance de obra.
- Rendimiento esperado: La rentabilidad proyectada para los inversores se estima en un 16,25% anual en dólares.
- Origen del ganancia: Este retorno de inversiones se basa principalmente en la plusvalía del precio del metro cuadrado, que se espera que aumente significativamente entre el precio de adquisición actual («de pozo», estimado en u$s3.200/m²) y el valor de venta final («a estrenar», en torno a u$s4.200/m²).
Una ventaja crucial del esquema frente a las inversiones inmobiliarias tradicionales es la seguridad jurídica y la liquidez. Los fondos de los inversores no son administrados directamente por el desarrollador, sino por un fiduciario financiero fiscalizado por la CNV.
Además, a diferencia del proceso tradicional, el modelo tokenizado contempla un mercado secundario, ofreciendo a los inversores la posibilidad de vender sus certificados de participación antes de la finalización de la obra.
Este despliegue de inversiones fue posible gracias a las recientes resoluciones generales de la CNV (1069/25, 1081/25 y 1089/2025), que autorizaron la representación digital de valores negociables y la tokenización regulada de activos reales.
«La Argentina marcó un hito importante al impulsar activamente una regulación que habilita la representación digital de valores negociables, lo que facilita el acceso al mercado de capitales a un público mucho más masivo», destacó Ferrari.
Volsmart ya planifica expandir su modelo con proyectos de renta inmobiliaria corporativa en el área petrolífera y gasífera neuquina de Vaca Muerta, y una expansión geográfica que incluye desarrollos en Uruguay y los Estados Unidos, además de explorar la tokenización de otras verticales de activos financieros locales como acciones y bonos.
Nota de R.: Este artículo acerca de la tokenización en negocios inmobiliarios fue publicado originalmente en iProfesional.
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