Este 20 de octubre de 2013 es el tercer domingo del décimo mes del año, cuando se celebra el día de la madre en la Argentina. Y es el primer día de la madre sin la mía, Martha Laurencena de Dergarabedian, fallecida el 29 de septiembre.
En estas tres semanas posteriores a su muerte, se sucedieron y suceden momentos donde esas acciones y pensamientos cotidianos referidos a ella se truncan ante la pared de la separación física.
Estas experiencias integran el primer año de un proceso de duelo, y son irrepetibles y fundamentales para un buen trabajo de elaboración de esa ausencia.
El círculo que comienza la fecha de la partida del ser querido y finaliza 365 días después es el camino trazado para etapas ineludibles y que confrontan con la carencia de la compañía de esa persona. Por ejemplo, el día del cumpleaños, algún aniversario especial, las fiestas de fin de año.Pasar por alto o ignorar estas fechas o convertirlas en un mausoleo emocional donde se intenta revivir al deudo fallecido, perjudican al trabajo de duelo.
Aunque en estas fechas especiales esos vacíos se perciben más que en la vida cotidiana, los buenos recuerdos, como el de la foto superior, y la esperanza de un reencuentro en el cielo iluminan este día.
MI abrazo más cordial, César.
Por aquí el Día de la Madre se celebra en el mes de Mayo.
Ya he pasado por ese trago tremendo y te comprendo. Hoy, seguro que tú madre se habrá encontrado con la mía ALLA ARRIBA. Seguramente ahora estarán charlando y tomando una taza de dulce café, mientras de fondo suenan unidos un tango y una folía canaria.
¡Mucha salud!