Visité el 5 de febrero el Museo Pampeano de la ciudad bonaerense de Chascomús, a pocos centenares de metros de la laguna y en el parque «Los libres del sur«.
El museo, que se encuentra en una casona en medio de un parque rodeado de rejas, es una alternativa muy buena para conocer la historia de esta ciudad ubicada un poco más de un centenar de kilómetros al sur de Buenos Aires.
El edificio, sencillo y blanco, es sede de este centro cultural creado en 1939 e inaugurado en 1941, que depende de la Municipalidad de Chascomús.
Ubicada en la esquina de Lastra y Muñiz, la casona está rodeada de tunas, magnolias, palo borracho, eucaliptos y el característico ombú.
Entre la vegetación se destaca el busto del escritor José Hernández, un mojón de la estancia «Rincón de López«, fechado en 1778, y primitivos cañones de hierro fundido.
En un extremo, una de las últimas carretas que recorrió las calles de Chascomús, y la estatua «El cantor«, obra de Luis Perlotti.
El edificio tiene pisos de ladrillos enormes o baldosas coloradas, tejas asentadas en barro, techos de viga de quebracho, cielorrasos de caña atadas con «guasquillas» de cuero de potro, muros gruesos y blancos, puertas macizas, rejas voladas.
En el museo hay colecciones donadas por familias del lugar, referidas al gaucho y sus costumbres, y también a recordar a los estancieros de la zona sublevados contra el gobernador Juan Manuel de Rosas.
También hay muestras de animales prehistóricos hasta la aparición de los núcleos humanos más primitivos, los aborígenes, la época de los fortines, y el Chascomús signado por la fuerte presencia de las comunidades extranjeras.
El museo está abierto de martes a viernes de 8.30 a 14.00 y los sábados, domingos y feriados, de 9.00 a 13.00 y de 15.30 a 17.30 (hoario de invierno) y 17.30 a 19.30 (horario de verano).
El precio de la entrada para mayores de 4 años es de 20 pesos, y para fotografiar objetos de las colecciones, hay que abonar 30 pesos más.