Desde 1998 viajo al menos cada tres años a descansar en mis vacaciones a uno de los barrios de la ciudad neuquina de Villa La Angostura, en la Patagonia argentina.
La zona recibe diferentes nombres aunque hay una palabra común, referida a un árbol frutal.
Me refiero a Puerto Manzano, Villa Manzano, Bahía Manzano y Península Manzano.
En rigor, se trata de áreas diferentes y bien delimitadas. En esta nota me refiero a la península, que está bordeada por la bahía Manzano a su izquierda, que la separa de la ruta nacional 40, y por la bahía Mansa, que la distancia de la península de Quetrihué, famosa por su parque nacional Arrayanes.
En estos 20 años desde que fui por primera vez a Bahía Manzano junto a mi familia, la península ha sufrido mucho la agresión humana, reflejada en un crecimiento urbano que destruye el bosque nativo y limita el acceso a la costa del lago Nahuel Huapi, del cual forman parte esas dos bahías.
Una de las múltiples bellezas de la zona son sus calles onduladas y sinuosas de fina arena volcánica, bordeadas por árboles nativos y exóticos, y chalets y cabañas.
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A continuación, una galería de fotografías que tomé en las calles de la península Manzano en octubre de 2018 con una cámara Canon EOS 1300D, ordenadas en forma aleatoria.