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En el marco de la 45° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, se entregaron el 8 de mayo los premios VivaLectura 2019.

Según me informó la organización de este certamen en un comunicado, los 20 proyectos ganadores se destacaron por promover la lectura en escuelas, jardines maternales y de infantes, institutos docentes, hospitales, comedores comunitarios, un centro de salud mental y una cárcel.

El premio fue creado por el Ministerio de Educación de la Nación en 2007.

Fue declarado de interés educativo y cultural por el Senado de la Nación y de interés por la Cámara de Diputados de la Nación.

Desde su lanzamiento hasta hoy, se recibieron más de 6 mil inscripciones desde todo el país, entre las cuales se distinguió a más de un centenar de experiencias ganadoras.

Este año superó su record de inscripciones: se presentaron 467 proyectos de escuelas, bibliotecas, centros culturales, organizaciones no gubernamentales, empresas y otros espacios sociales.

El jurado reconoció 20 de esos proyectos por su originalidad, desarrollo, continuidad y posibilidad de replicación.

Los ganadores provienen de Buenos Aires y sus alrededores, La Plata, Córdoba, Corrientes, Formosa, Mendoza, Río Negro, Salta, Santa Fe y San Luis.

En la categoría Escuela, el primer premio fue para “Las experiencias estéticas en la primera infancia: leer el mundo desde la cuna”, presentado por Mariana Claudia De la Penna, del Instituto de Formación Docente de la ciudad rionegrina de El Bolsón.

El proyecto se realiza desde 2014 por un grupo de docentes del instituto que trabaja con distintos establecimientos vinculados con la primera infancia (jardines maternales comunitarios, jardines de infantes, centros infantiles, centros barriales, merenderos).

Su objetivo es acompañarlos con formación y asesoramiento sobre la puesta en valor y reorganización de experiencias lectoras, bibliotecas y bebetecas, integrando las experiencias literarias con los lenguajes estético-expresivos.

El segundo premio fue para «Semana de la lectura» presentado por Emanuel Soloa, de la Escuela Nº 9002 Tomás Godoy Cruz de la ciudad de Mendoza.

En este proyecto, un grupo de profesores trasciende la concepción tradicional de la literatura para avanzar en pos de la promoción de la lectura como un acto único, comunicable y compartido.

La semana involucra a más de 1500 estudiantes secundarios que muestran cómo han sido sus experiencias de lectura a través de narraciones orales, concursos de recitado, caracterizaciones de los personajes, producción de materiales audiovisuales y distintas prácticas artísticas.

La categoría Sociedad premió dos experiencias en el ámbito de la salud.

El primer premio fue para «Lee que te leo», presentado por María de los Ángeles Delgado, del Centro de Salud y Acción Comunitaria Nº 24 del Hospital Piñero, en el barrio porteño de Flores.

El proyecto se desarrolla en una zona pobre en el contexto de un comedor comunitario.

Permite a los niños disfrutar del placer de la lectura sin importar los resultados.

Ser partícipes de «la biblio» les permite ser también protagonistas en otros ámbitos como la familia, y construir nuevos y diferentes vínculos entre pares y con adultos.

María Laura Andreoni recibió el segundo premio por «Taller Bibliotequeando. Palabras en rueda», del Centro de día Pichón Riviere, un servicio de «externación» del Hospital Alejandro Korn, de la ciudad bonaerense de La Plata.

Se trata de una propuesta que pretende ser un puente de inclusión comunitaria para usuarios del centro de salud mental en el marco de su proceso de externación o de atención ambulatoria.

Con un taller literario semanal y la puesta en valor de la biblioteca, a través de cuentos, poesías y otras actividades, se apunta a canalizar la expresión, construir sentidos, tejer lazos y narrar las propias historias que restituyan la condición de sujetos de derechos.

En la categoría Estrategias de promoción de la lectura en entornos digitales, el primer premio fue para “Somos Historias. Espacio literario digital», presentado por María Carolina Arias, de la Escuela Experimental con énfasis en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de la ciudad cordobesa de Río Cuarto.

Surge a partir de la necesidad de acercar a los estudiantes de 2° año a la lectura de ficción juvenil, a través de un trabajo colaborativo que conjugue lo artístico con lo digital.

Se creó un espacio literario digital, acompañado de actividades como visitas a bibliotecas, conversatorios con escritores, uso de códigos QR y producción de «trailers».

El segundo premio fue para «Los Dibu perdidos» presentado por Valeria Miriam Zaffaroni, de la Escuela Nº 1280 de la ciudad santafesina de Rosario.

Apunta a fomentar buenas prácticas de lectura y escritura en alumnos de primer ciclo con situaciones de sobreedad, en un contexto de escasos recursos y con diversos problemas.

Utiliza las historias de los dibujitos animados para llegar luego a la producción de un libro propio y la animación digitalizada de sus personajes.

Este proyecto había obtenido una mención especial en VivaLectura 2018 y este año se presentó ampliado.

En la categoría Estrategias de comprensión lectora en contextos de estudio, el primer premio fue otorgado al proyecto «Enseñar a leer y a escribir para aprender: entre el control y la generación de lo incierto», presentado por Egle Ilva Pitton, del programa grados de aceleración de la Escuela Primaria Nº 5, en Buenos Aires.

Apunta a la formación como lectores y escritores de adolescentes que finalizaron su proceso de alfabetización inicial, razón por la cual aún no han terminado su escolaridad primaria, al tiempo que aprenden contenidos de historia.

Durante un cuatrimestre se abordó el tema del holocausto y el nazismo, entramando la enseñanza de los contenidos disciplinares con la enseñanza de la lectura y escritura.

El segundo premio fue para «Experiencias de lectura con el hombre de traje a cuadros de diez colores que llegó en la carroza de los días patrios», de Carlos Kuraiem, presentado por Marta Goddio, de la Escuela Nº 26, Buenos Aires.

La experiencia de lectura desarrollada con alumnos de 5° grado presenta un abordaje original de una novela escrita en pleno auge de las dictaduras militares en América latina.

Mediante actividades como lectura colectiva; intercambio de preguntas e hipótesis e investigación de otros hechos históricos del período, se apuntó a incentivar la exploración de las competencias y potencialidades de oralidad y lectura.

Los primeros puestos de cada categoría recibieron un premio de 30.000 pesos y los segundos puestos, un premio de 10.000 pesos.

El acto de premiación en la Feria del Libro tuvo la presencia de representantes de las instituciones que llevan adelante y coordinan el premio: el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación; la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI); y la Fundación Santillana.

También participó del acto Mirta Goldberg, presidenta del jurado de concurso.

«Desde el jurado disfrutamos los logros, el entusiasmo, la originalidad y el esfuerzo sostenido de cada proyecto presentado; que dan cuenta de la certeza de que el acceso a la lectura es un derecho. En tiempos de tanta presencia de las redes sociales en la vida de todos, donde la valoración está puesta en lo breve y efímero de un texto, proponer la lectura de libros es, sin duda, una iniciativa contracultural», señaló Goldberg.

Este año, el concurso contó además con la colaboración de la Biblioteca Nacional de Maestros, el programa Aprender Conectados, la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA), la Fundación Itaú y Bibliotecas Buenos Aires.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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