Hace unos años, la Internet de las cosas (IoT, sigla en inglés) era mirada con intriga y suspicacia. La integración de sensores, conectividad, y tecnología de «big data» tenía sentido en el mundo de los negocios, pero no estaban claros el verdadero potencial, su implementación y casos reales.
Había muchas especulaciones de cuándo realmente la IoT llegaría a las empresas. Hoy vemos la aceptación y sectores de manufactura la adoptan.
De a poco pero con firmeza la IoT remodela partes del proceso de manufactura.
Casos prácticos en sectores como la aeronáutica y el sector químico muestran el potencial de la IoT en el mundo real.
Se forma una estrategia de adopción de la IoT. Con frecuencia comienza con la gestión para los activos físicos y luego logra mayor potencial en cuanto a visibilidad y automatización.
Cada empresa contará con distintas estrategias para experimentar e implementar la IoT, pero podemos identificar cuatro etapas:
Gestión de activos físicos (EAM)
El software EAM es una manera de gestionar en forma holística los activos industriales por medio de software.
La IoT juega una parte importante con relación a la gestión de performance de los activos por medio de sensores y conectividad para entender y predecir cuándo el equipo necesitará mantenimiento o corre riesgo de romperse.
Al equipar las máquinas industriales con tecnología de IoT, las empresas pueden acceder a olas de datos en tiempo real relacionados con la performance, carga de trabajo, estrés y una cantidad de otras variables considerables.
Al analizar estos datos, se puede correlacionar factores que llevan a la falla de los equipos (incluyendo factores externos como el tiempo y la temperatura), y de esta manera programar en forma proactiva el mantenimiento evitando paradas costosas.
La adopción de la IoT aumenta en las empresas de manufactura. El mantenimiento proactivo y los ajustes en tiempo real logran bajar los costos en forma inmediata y ayudan a optimizar la producción y la eficiencia.
Las empresas que implementan la IoT como parte de meta con el EAM pueden responder preguntas como las siguientes:
- ¿Qué equipo necesitará con mayor probabilidad mantenimiento en el futuro cercano?
- ¿Cómo podemos ajustar las cargas de trabajo para optimizar la rentabilidad y minimizar los riesgos?
- ¿Qué factores externos son los principales responsables de las fallas y cómo podemos controlarlos?
Garantía de performance
Al avanzar con la gestión de performance de los activos, la IoT no sólo evitará fallas, sino que garantizará resultados.
Las empresas que usan la IoT para sus activos podrán crear nuevos modelos de negocio, creando contratos basados en garantías que sus activos industriales rendiran a un cierto nivel.
Ya hay empresas como GE que usan usando esta estrategia con sus clientes de manufactura.
Si se realiza bien, es un ganador-ganador para el comprador y el vendedor.
Las empresas de equipamientos pueden utilizar la IoT para lograr mayores flujos de facturación.
Las empresas de manufactura que implementan maquinaria inteligente pueden descansar tranquilos en que sus inversiones lograrán resultados tangibles.
La rentabilidad es la métrica clave al final del dia. La performance garantizada por el IoT estará directamente relacionada con los ahorros en los costos y la eficiencia.
Soluciones de IoT «customizables»
Cuando los teléfonos inteligentes como el iPhone debutaron, el hardware era impresionante, pero hasta que apareció el mercado de las aplicaciones, no se había logrado el efecto revolucionario del «smartphone».
Algo similar con la IoT. La maquinaria inteligente con sensores y conectividad es impresionante.
Pero será el software el que aproveche estas características y la amplia red de datos serán los que revelen el potencial de la IoT.
Las soluciones «customizadas» serán el mayor boom. El fabricante de teléfonos móviles y el de computadoras portátiles pueden compartir algo del equipo industrial para la IoT, pero cada cadena de suministro puede estar impulsada por soluciones «customizadas» diseñadas para optimizar los procesos específicos de cada una.
El elemento importante de esto, es que, así como las aplicaciones móviles existen en plataformas específicas como iOS o Android, las aplicaciones especiales de la IoT existirán sobre las redes de datos, que vinculan partes dispersas de la cadena de suministro.
La ventaja de esto es que las empresas crean soluciones «customizadas» sin tener el problema de silos de datos e incompatibilidad entre divisiones y socios de la cadena de suministro.
Avances en la automatización de manufactura
Parte del foco inicial de la IoT es conseguir información fuera del equipo.
El aumento de la visibilidad lograda por la IoT significa mayor visibilidad de los procesos, mejores oportunidades para lograr eficiencia y ahorro en los costos.
Pero el estado de mayor madurez de la adopción de la IoT será un flujo de ida y vuelta de la información.
En lugar de sólo ver el equipo, las empresas de manufactura podrán recibir información de regreso, haciendo ajustes en órdenes y operaciones, todo en forma segura y remota.
El vínculo entre la información y el control permite al análisis de «big data» y a los algoritmos de aprenidzaje automático responsables de garantizar la performance, ajustar las operaciones automáticamente basada en condiciones en tiempo real.
El equipo de IoT de esta forma se transforma en los ojos y oídos de un sistema de manufactura inteligente que existe en la nube de redes, «big data» y aprendizaje automático.
Al final, lo que tendremos es un intercambio completo entre los datos en tiempo real, análisis y control.
El avance hacia estas etapas no será lineal ni directo. Distintos fabricantes experimentarán con distintos aspectos del camino total hacia la madurez de la IoT.
Pero esa visión final, de un círculo automatizado con datos reales es el objetivo de la IoT.
Basándose en ciertos datos, un fabricante nota que una pieza de su equipo está sufriendo, produciendo una parte específica en un alto volumen.
Para evitar una potencial rotura, el fabricante decide cambiar la producción de esa parte a otra pieza del equipo para aliviar la carga.
Llega en forma digital una solicitud de cambio en la producción, por medio de la red de la cadena de suministro, luego de ser aprobado por los interesados.
La orden de cambio luego va derecho a la máquina que realizará la nueva tarea.
Esta máquina coordina con la máquina original, ubicada quizás en otra parte del mundo, para garantizar una transición cómoda de la producción garantizando que la cantidad de piezas producidas es la misma que se planificó originalmente.
El análisis de big data toma en consideración la carga de trabajo, el estrés y la capacidad de ambas piezas del equipo, el destino final de los productos y los costos de transporte, tiempo de entrega, y rentabilidad total.
Luego, todo el sistema optimiza automáticamente las operaciones, y comienza alternando la producción presionando los cambios de control directamente en el equipo inteligente de manufactura.
Como estas operaciones están conectadas por medio de una red de datos, todos los interesados involucrados están informados y saben de los cambios.
Este es el tipo de potencial revolucionario de la IoT en el mercado.
Uno de los prerequisitos cruciales para este proceso de punta a punta de producción optimizada es la infraestructura de los datos que puede conectar juntas todas las partes de la cadena de suministro.
Allí es donde aparece el poder crítico de las redes. Ya no es un tema exclusivo de grandes empresas tecnológicas como Google y Amazon las que necesitan comandar estas amplias redes de datos.
Todo tipo de empresas necesita contar con algún nivel de conectividad, vinculando departamentos, proveedores y socios comerciales.
Una vez que esto ocurre, comandar y experimentar distintos proyectos en IoT en áreas menores es más fácil.
Para el 2025, el valor total de la tecnología de la IoT puede llegar a 6,2 trillones de dólares, según informó aquí Intel. Y las empresas que desean ser parte de la acción, ya están invirtiendo para participar.
Rubén Belluomo
Gerente comercial de Infor para el Cono Sur.