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Un leitmotiv de este blog son los atardeceres, en especial desde 2012, cuando me mudé a mi actual hogar, en la ciudad de Olivos, en el norte del Gran Buenos Aires, donde gozo de una inmensa panorámica hacia el sur, el oeste y el norte.

Incluso, si me asomo por el balcón hacia el este puedo ver parte del río de la Plata que está a poco más de 2 km de distancia. Por ese lado se da el amanecer, pero eso es otro cantar…

Si consultas en el buscador del blog y escribes «atardecer» y «Olivos», te aparecerán, al momento de publicarse esta nota, ¡23 páginas! con 10 notas con fotos por cada página, sí, unas 230 notas.

Pocos días después del 20 de marzo, cuando se inició del aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO), decretado por el Gobierno nacional para prevenir la pandemia del coronavirus, comencé de manera informal a compartir algunos atardeceres en vivo en mis historias de Instagram.

Para ello coloco un teléfono móvil en forma horizontal en un trípode en el balcón de mi departamento y lo oriento y enfoco hacia el poniente.

¿Por qué el celular está en horizontal y no en vertical, la orientación hegemónica y recomendable en las historias de Instagram? Porque en modo vertical se pierde mucho de la vista panorámica del atardecer.

Una vez listo, aviso por las historias de Instagram el inicio de la transmisión, abro la cámara y comienzo la emisión.

Algunas veces amplío o reduzco el campo de visión, en especial cuando el sol está muy cerca del horizonte.

Nunca aparezco en cámara, tampoco hablo, prefiero no intervenir y que la audiencia goce del atardecer en crudo, con los ladridos de los perros vecinos, el paso de las aves y de algún helicóptero.

Me limito a saludar a quienes se suman a la transmisión, la cual no comparto, porque eso limitaría la vista panorámica.

Durante algunas transmisiones, algunas personas me escribieron para agradecer porque esos minutos del atardecer en vivo y en directo les alegraban el final del día después de una jornada de aislamiento en sus casas.

Una mujer argentina radicada en la ciudad española de Madrid me dijo que se reúne con su familia pasadas las 23.00 para ¡ver el atardecer en un televisor!

Luego de algunas transmisiones bauticé el espacio como #SunseTV, una palabra compuesta por «sunset», atardecer en inglés, y TV.

A partir del 30 de abril comencé a anunciarlo con antelación en mis historias de Instagram con una herramienta de cuenta regresiva.

Mientras dure el ASPO, la transmisión es diaria, salvo los días que llueve o hay mucho viento. Comienza unos 20 o 15 minutos antes que se oculte el sol en Olivos y luego queda abierta hasta casi una hora de duración, porque muchas veces lo mejor de un atardecer aparece luego que se va el astro principal del sistema solar.

Algunas de las emisiones quedaron guardadas en mi canal en Instagram TV aquí, donde ya hay una serie de «programas».

Si te gustan los atardeceres te invito entonces a seguirme en Instagram aquí para verlos en vivo. Y cuando se inicia la cuenta regresiva puedes activar un recordatorio.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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