Intrigas políticas, judiciales y eclesiásticas, en un período de la historia argentina cuyas heridas aún no cicatrizaron, encierran la historia del sacerdote y mártir Enrique Angelelli, el obispo de La Rioja asesinado el 4 de agosto de 1976, cuando su camioneta fue atacada en la ruta 38, cerca del acceso a Punta de los Llanos, a unos 120 kilómetros de la capital provincial.
En un clima de persecución, violencia y fuerte conmoción política, Angelelli volvía de despedir los restos de dos sacerdotes de su comunidad que habían sido asesinados en Chamical. Es la primera víctima de la dictadura militar argentina que la Iglesia Católica coloca en el camino de la santidad.
El papa Francisco reivindicó su figura en 2019, al proclamarlo mártir y beato, junto a los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, además del laico Wenceslao Pedernera, también asesinado en esos trágicos días.
Esta historia es reconstruida en el libro “El Mártir. El obispo silenciado por la dictadura”, de mi amigo, el periodista Mariano de Vedia, publicado por la editorial Penguin Random House, tanto en versión papel como en e-book.
El libro reúne testimonios, reconstruye la trama política y judicial de un caso que el país dejó en el olvido durante más de 40 años.
Con la perspectiva del tiempo, la obra pastoral de Angelelli recobra el sentido y llega ahora al conocimiento de los lectores.
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