Los ataques cibernéticos han aumentado junto con la rápida propagación de la pandemia del coronavirus y los empleados son la primera línea de defensa de una organización.
Las compañías pueden protegerse alentando al personal a ser escépticos con el correo electrónico de fuentes desconocidas.
Mientras tanto, los equipos de ciberseguridad deben trabajar con los equipos de gestión de riesgos de fraude para coordinar las actividades de detección y respuesta.
Tales son las principales conclusiones de una investigación de la empresa PwC.
El estudio, cuyo resumen me envió PwC, indagó acerca del aumento de los delitos informáticos durante la pandemia.
De acuerdo con la encuesta global Digital Trust Insights de PwC, crece la demanda de profesionales de ciberseguridad.
Se estima que, a nivel global, para 2022 habrá hasta 1,8 millones de puestos sin cubrir debido a la escasez de profesionales especializados en la materia.
Crece el delito informático por el boom del teletrabajo
El aumento del teletrabajo durante el aislamiento obligatorio ha conducido al incremento del ciberdelito.
La proliferación de aplicaciones basadas en la nube ha facilitado la explotación de las vulnerabilidades en las redes.
Es por ello por lo que la transición al trabajo remoto debe hacerse de manera que no se pase por alto la seguridad informática que tienen las empresas.
Diego Taich, director gerente de consultoría en ciberseguridad y tecnologías de la información de PwC Argentina, destacó:
«Además de aumentar la conciencia de seguridad de los trabajadores, es necesario elaborar una estrategia de defensa cibernética multifacética en la que intervengan áreas de comunicación, gestión de riesgos y fraudes, tecnologías de la información y recursos humanos».
Taich afirmó que «las empresas que incorporen la ciberseguridad en cada acción empresarial estarán mejor posicionadas para ofrecer las ventajas de la transformación digital».
También podrán «gestionar los riesgos y generar confianza en sus clientes y proveedores».
La mayoría de las organizaciones permiten el trabajo desde casa a un ritmo sin precedentes para asegurar la continuidad del negocio.
Esto sucede porque las transiciones a modelos de trabajo rápidos, seguros y remotos son ahora posibles con tecnología y orientación habilitantes.
Las empresas dispusieron de días o semanas durante esta crisis para implantar la infraestructura necesaria para apoyar a una fuerza de trabajo que trabaja principalmente en casa.
A partir de este proceso, hubo trabajadores que recibieron computadoras portátiles.
Sin embargo, necesitan ayuda para administrar con seguridad el acceso a los datos y las redes.
Puedes leer más sobre este tema en la nota que publiqué en iProfesional aquí.