La pizzería El Fortín es un ícono de la gastronomía porteña, con más de seis décadas deleitando a los amantes de la pizza en el barrio de Monte Castro.
Fundada en 1962 por cinco amigos, entre ellos los hermanos Manuel y Andrés Iglesia y Manuel Montaña, provenientes de España, junto a Eduardo “Cholo” Bersaquia y Perfecto Purdon, nacidos en la Argentina, El Fortín se ha convertido en un emblema del barrio y de la ciudad.
Con el paso de los años, El Fortín fue administrada por la familia Purdón, pasando de Perfecto a su hijo Sergio y luego a su nieto Sebastián, quienes mantienen viva la tradición familiar y expandieron la fama del local.
Origen del nombre
Alejada del Centro porteño, El Fortín se encuentra en una esquina tradicional del barrio de Monte Castro, en la intersección de las avenidas Lope de Vega y Álvarez Jonte.
El nombre del local no tiene relación con el club de fútbol Vélez Sarsfield, conocido como “El Fortín”, sino que ya tenía ese nombre cuando los socios fundadores se hicieron cargo del local.
En la época en que se fundó la pizzería, en esa zona de Monte Castro no había mucho más que la entrada al barrio y los controles policiales, que se conocían como “El Fortín”.
En resumen, el nombre «El Fortín» preexistía a la llegada de los actuales dueños en 1962, y no tiene un origen claro, aunque podría estar relacionado con la ubicación estratégica del local en una época en que la zona estaba poco desarrollada. Lo que sí es seguro es que este nombre se ha convertido en un ícono de la pizzería y de Monte Castro.
Secretos de una de las mejores pizzas porteñas
El Fortín se ganó su reputación gracias a la calidad de sus pizzas, cocinadas en uno de los pocos hornos a leña que aún persisten en Buenos Aires. Su masa al molde y una gran variedad de gustos la catapultan sobre sus competidores.
El menú de El Fortín es famoso por sus porciones abundantes su pizza al molde, que se caracteriza por ser alta y generosamente cargada de ingredientes. Entre sus especialidades, destacan:
- Pizza de muzzarella: clásica y muy apreciada por su abundante cobertura de queso.
- Fugazzeta rellena: una variante que combina la tradición de la pizza con un toque especial, ideal para los amantes de la cebolla y el queso.
- Pizza de anchoas: para quienes buscan un sabor más intenso, esta opción es un verdadero deleite.
Además, la torta de ricota es uno de los postres que conquista a los clientes, convirtiéndose en un clásico que no se puede dejar de probar.
Clientela fiel y famosos visitantes.
La evolución de los clientes de El Fortín
A lo largo de los años, El Fortín se ha convertido en un lugar de encuentro para vecinos y personajes célebres por igual. La mayoría de sus clientes habituales tienen hoy más de 70 años.
La clientela de El Fortín experimentó en estas seis décadas cambios significativos, reflejando tanto la evolución del barrio de Monte Castro como el impacto de la pizzería en la cultura porteña.
En sus inicios, en 1962, El Fortín atrajo principalmente a los residentes locales. La pizzería se convirtió en un punto de encuentro para los vecinos, quienes disfrutaban de un ambiente familiar y de la calidad de sus pizzas al molde, cocinadas en horno de leña. Con el tiempo, la reputación del local comenzó a crecer, y la clientela se diversificó.
Con el paso de los años, El Fortín dejó de ser solo una pizzería de barrio para convertirse en un destino gastronómico reconocido en Buenos Aires.
Hoy recibe a comensales de diferentes partes de la ciudad e incluso de otras localidades, atraídos por su fama y la calidad de sus productos.
Se estima que muchos clientes viajan desde barrios lejanos específicamente para disfrutar de su pizza.
Entre sus visitantes más conocidos se encuentran Diego Maradona, Carlos Bianchi, Fito Páez, Jorge Telerman, Nito Artaza, Los Nocheros, Leo Dan, Rafael Bielsa y Daniel Scioli.
La clientela actual incluye a un amplio espectro de personas, desde jóvenes hasta adultos mayores.
Muchos de los visitantes son clientes habituales que crecieron con la pizzería y continúan regresando por la calidad y el sabor que caracterizaron a El Fortín a lo largo de las décadas.
Aunque muchos de los clientes actuales son personas mayores, de más de 70 años, la pizzería también supo atraer a nuevas generaciones.
Esto se debe en parte a su presencia en redes sociales y la recomendación de boca a boca, lo que ha permitido que los jóvenes descubran y aprecien la tradición de la pizza al molde.
A pesar de su tamaño modesto, el local es conocido por sus largas filas y su ambiente acogedor, donde los comensales disfrutan de la pizza de manera informal, muchas veces de pie.
En resumen, la clientela de El Fortín ha evolucionado desde ser predominantemente local a convertirse en un punto de atracción para una variedad de visitantes, incluidos famosos y turistas.
Esta transformación refleja no solo el crecimiento de la pizzería en popularidad, sino también su capacidad para adaptarse y mantenerse relevante en la vibrante escena gastronómica de Buenos Aires.
Durante los fines de semana, la pizzería puede llegar a servir hasta 750 pizzas al día, lo que demuestra su popularidad y la calidad de sus productos.
En reconocimiento a su trayectoria y significado para el barrio, en 2006 el Gobierno porteño declaró a El Fortín como bar histórico.
Las fotografías que ilustran esta nota fueron tomadas con un teléfono móvil Samsung Galaxy S24 Ultra, en mi visita más reciente a El Fortín, el 10 de julio de 2024, donde disfruté dos porciones de fugazzeta rellena y una de faina con cebolla de verdeo, acompañadas de moscato.
Las fotografías que tienen un símbolo de estrellas en su esquina inferior izquierda fueron editadas con la inteligencia artificial de Samsung.
El Fortín fue escenario de uno de mis festejos por mi medio siglo de vida, como puedes leer en la siguiente nota:
Conclusión
La pizzería El Fortín es mucho más que un simple local gastronómico. Es un pedazo de historia viva de Buenos Aires, que supo mantener su esencia y calidad a lo largo de más de seis décadas, deleitando a generaciones de porteños y visitantes por igual con sus deliciosas pizzas.
No es solo un lugar para disfrutar de una buena comida; es un espacio que teje la historia de Buenos Aires a través de sus sabores y su ambiente.
Su capacidad para atraer tanto a locales como a visitantes, junto con su rica tradición y su compromiso con la calidad, la consolidaron como una de las pizzerías más famosas de la ciudad.
Sin duda, El Fortín es un «fortín» que resguarda no solo pizzas, sino también recuerdos y momentos compartidos en la calidez de su hogar.
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