Starlink, el servicio de Internet satelital de SpaceX, la empresa del magnate sudafricano-estadounidense Elon Musk, enfrenta un desafío particular en la Argentina: la existencia de listas de espera para nuevos usuarios en zonas clave.
Este artículo propio explora las razones detrás de esta situación, que incluyen una demanda explosiva, saturación geográfica, limitaciones en la infraestructura terrestre y la capacidad satelital disponible.
Desde su lanzamiento en la Argentina, Starlink generó gran interés, porque ofrece una conexión rápida y confiable en áreas urbanas y rurales con problemas de acceso a Internet de calidad.
Miles de personas adquirieron el kit de instalación, esperando una conexión inmediata, pero muchos se encontraron con la sorpresa de las listas de espera en diversas regiones del país.
Este fenómeno, si bien no es exclusivo de la Argentina, alcanzó una magnitud notable aquí, debido a una combinación de factores interrelacionados: la alta y concentrada demanda en ciertas áreas, la aún limitada infraestructura terrestre que conecta los satélites con la red global, y las capacidades finitas de la constelación satelital que cubre el territorio nacional.
Estos elementos explican por qué Starlink utiliza las listas de espera como una herramienta para gestionar su servicio y asegurar la calidad para los usuarios ya conectados.
Demanda excesiva y saturación geográfica
Una de las principales razones de las listas de espera es la demanda, que superó con creces las estimaciones iniciales. Analistas del mercado de telecomunicaciones señalan que la necesidad de acceso a Internet estable y veloz, especialmente en zonas rurales y periurbanas con servicios tradicionales deficientes, generó una avalancha de solicitudes y suscripciones.
Contrario a lo esperado, la mayor concentración de pedidos no se limitó a áreas rurales aisladas, sino que también se dio en zonas urbanas densas como el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la ciudad de Córdoba, y provincias como Neuquén, Río Negro y Entre Ríos.
Estas regiones, con alta densidad poblacional o problemas estructurales en sus proveedores tradicionales, experimentaron una adhesión masiva a Starlink en poco tiempo.
La red de Starlink está organizada en «celdas geográficas», cada una con una capacidad técnica limitada para manejar usuarios simultáneos y ancho de banda.
Cuando la densidad de usuarios en una celda excede este límite, la calidad del servicio puede degradarse, llevando a una menor velocidad y mayor latencia.
En la Argentina, esta saturación se ha manifestado especialmente en el AMBA, Córdoba y otras áreas, donde miles de usuarios se concentran en pocas celdas.
Esta situación obliga a la empresa a restringir nuevas activaciones para mantener la calidad del servicio para los usuarios existentes.
El mapa de disponibilidad de Starlink muestra claramente estas restricciones, indicando a los nuevos usuarios en zonas saturadas que deben unirse a una lista de espera sin un plazo definido.
Limitaciones en la infraestructura terrestre
Otro factor crucial que restringe el acceso inmediato a Starlink en la Argentina es la infraestructura terrestre que conecta la red satelital con Internet global.
A diferencia de la creencia popular de que Internet llega «directo del cielo», Starlink depende de estaciones terrestres, conocidas como «gateways», para el enlace fundamental entre los satélites y la red terrestre.
Estos gateways actúan como nodos de transmisión, recibiendo y enviando señales entre la constelación satelital y la espina dorsal de Internet.
La capacidad total del servicio en una región no solo está limitada por los satélites, sino también por el número, ubicación y capacidad operativa de estos gateways.
La Argentina cuenta actualmente con varios gateways distribuidos en puntos estratégicos como las ciudades bonaerenses deChivilcoy, La Plata, Campana, y en las provincias de Río Negro y Salta.
Sin embargo, esta infraestructura aún está en expansión y es insuficiente para absorber el crecimiento explosivo de la demanda. La instalación de nuevos gateways enfrenta desafíos técnicos, logísticos y regulatorios propios del contexto argentino, como la obtención de permisos, la necesidad de una infraestructura energética confiable y la implementación en zonas remotas o urbanas con restricciones.
Además, el funcionamiento óptimo requiere un mantenimiento y actualización constantes, cuya lentitud o insuficiencia genera un cuello de botella que contribuye a las listas de espera.
Capacidad de la constelación satelital de Starlink sobre la Argentina
La tercera causa principal de las listas de espera se relaciona con las características técnicas y operativas de la red de satélites. Starlink opera una constelación de más de 6.700 satélites en órbita terrestre baja (LEO), a unos 550 kilómetros de altura.
Aunque es la red de Internet satelital más grande del mundo, cada satélite y su celda de cobertura geográfica tienen un límite en el ancho de banda y el número de usuarios que pueden atender simultáneamente con calidad. Superar este límite en una celda disminuye la calidad del servicio y requiere un control de acceso para evitar el colapso.
Aunque SpaceX mantiene un ritmo constante de lanzamientos para expandir la constelación y la cobertura, la demanda local en zonas saturadas como el AMBA crece aún más rápido. Esto genera una demora natural hasta que los nuevos satélites desplieguen capacidades adicionales y liberen espacio.
Para gestionar esta limitación, Starlink utiliza las listas de espera para nuevos usuarios y ofrece planes con precios superiores, como el plan «Roam» o «Itinerante», que proporcionan prioridad y acceso más rápido a la red.
Este sistema de priorización busca equilibrar la calidad y sostenibilidad del servicio para los usuarios actuales sin sacrificar la experiencia general.
Consecuencias y alternativas para los usuarios
La existencia de listas de espera genera frustración, especialmente en usuarios que ya han adquirido el equipo pero no pueden activar el servicio de inmediato.
Esta realidad impacta la percepción de Starlink como una solución definitiva a la conectividad y plantea interrogantes sobre la inclusión digital en la Argentina.
Para muchos usuarios en zonas rurales o con proveedores deficientes, la espera significa continuar con conexiones lentas o costosas. En regiones saturadas, esta restricción podría llevar a algunos a buscar alternativas temporales o servicios competidores.
Actualmente, existen otros proveedores de Internet satelital o fija en la Argentina, pero ninguno con la misma cobertura o velocidad prometida por Starlink.
Además, algunas alternativas ofrecen planes más caros o menos flexibles. Los planes premium o itinerantes de Starlink, aunque costosos, son una opción para quienes necesitan conectividad urgente y pueden afrontarla. Sin embargo, para el usuario promedio, la espera sigue siendo la norma.
La espera de la expansión de Starlink
Las listas de espera en la Argentina son el resultado de una confluencia de factores complejos: la explosión inesperada y concentrada de la demanda que supera la capacidad finita de sus celdas en zonas urbanas como el AMBA, las limitaciones actuales en la infraestructura terrestre (gateways) que enlazan la red satelital con Internet global, y los límites técnicos y de despliegue en la constelación satelital.
Aunque la expansión constante de satélites y la instalación progresiva de nuevas estaciones terrestres prometen aliviar esta situación a mediano plazo, la realidad presenta un desafío significativo para la conectividad argentina.
En un país con una fuerte concentración demográfica y desigualdades históricas en el acceso digital, la experiencia de Starlink refleja las complejidades de llevar Internet de calidad a todos sus rincones.
En el futuro, la creciente competencia, la innovación tecnológica y el crecimiento de la infraestructura serán clave para superar estos cuellos de botella y cumplir con la promesa de una conectividad satelital masiva, accesible y de alta calidad para todos los argentinos.
Nota de R.: este artículo acerca de Starlink se publicó originalmente en iProfesional.
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