Por ahora estoy lejos de adoptar la medida que una vez anunció un editor jefe de la revista estadounidense Wired, Chris Anderson, cuando anunció en 2007 que no quería recibir más gacetillas de prensa porque él no le servían para su función.
En el anuncio de esa medida, Anderson publicó una lista de direcciones de correo electrónico que había bloqueado, que incluía a ejecutivos de cuentas de las agencias de relaciones públicas más conocidas del mercado.
Anderson explicaba en esa nota que deseaba sólo dos tipos de correo electrónico: los de las personas que conoce, y los de las personas que se tomaron el tiempo para averiguar lo que le interesa y escribió una nota personalizada destinada a atraer su atención con un tema que pueda ser considerado atractivo para el medio donde trabaja.
La pregunta, que planteó en su momento hace tres años el colega Jorge Gobbi en el blog Mesa de Ayuda, sigue vigente: ¿cuántas de las gacetillas que los periodistas recibimos se pueden transformar realmente en una noticia?
Atención, la pelota, dicho en un contexto futbolístico, está en ambos lados al mismo tiempo, porque si no hay muchas gacetillas con temas atractivos e interesantes para la audiencia, ¿por qué muchos medios las publican?
hola alegría de recibir tu blog, un abrazo grande, lidia fagale
¡Muchas gracias, Lidia! Abrazo grande para vos.