«Recuerdo eso que escribiste sobre el pancho y la Coca», me dijo Ana. El cordial desayuno que disfrutábamos junto a Yuliana en el local de Nucha cerca de la Embajada de los EE.UU. en Buenos Aires un viernes de marzo amenazaba con encapotarse. Pero Ana sonrió y recordó que el tema de mi artículo estaba realacionado con una práctica de su anterior trabajo al actual . Respiré aliviado y la charla derivó a otras cuestiones, pero la referencia a esa nota quedó retumbando en mi cabeza.
El tema de aquel escrito breve que salió en el blog Mesa de Ayuda sigue vigente: encuestas de imagen sobre una organización empresaria cualquiera.
El sondeo llega cada 10 días, más o menos, por correo electrónico o vía telefónica, de parte de diferentes empresas: “Somos de la consultora X, estamos haciendo una encuesta sobre un nuevo cliente que tenemos. ¿Podés respondernos algunas preguntas?”
El cuestionario trata sobre si conozco al cliente (nuevo o futuro) de la agencia de relaciones públicas, sus productos, su tecnología, si he tenido alguna actividad o contacto de prensa con esta compañía, y sobre “qué tipo de noticias o información estaría interesado en recibir” desde esa firma.
Durante un tiempo accedí a participar en estas encuestas, como una gentileza al agente de prensa que me lo pedía, pero hace casi un lustro decidí no responderlas más.
¿Por qué? Si se quiere hacer una encuesta de percepción de imagen de la empresa en el mercado y en los medios, la agencia de relaciones públicas puede recurrir a los servicios de recortes periodísticos y a los propios actores del mercado (clientes, distribuidores, socios de negocio, etc.), y luego hacer un análisis sobre esa materia prima, pero no recurrir a un periodista. Si desean saber lo que pienso o conozco, sólo hay que revisar los archivos del mundo real o digital.
Hay otras encuestas que tratan sobre cuestiones técnicas como, por ejemplo, el envío de la información, que respondí hasta que se abrió hace unos cuatro años la citada Mesa de Ayuda, un blog escrito por periodistas dedicado a estos temas.
Existe una variante que se repite de vez en cuando: encuestas con fecha de vencimiento a cambio de la participación en un sorteo. Si uno responde antes de ese día puede participar en un sorteo de un producto o servicio del cliente de la agencia de relaciones públicas.
Es una maniobra de muy mal gusto, abonada por personas que dicen ejercer este oficio de periodista pero con otros fines. Entre esto y el pancho y la Coca-Cola que dan algunas organizaciones para garantizarse la convocatoria de personas a un acto o movilización, hay muy poca distancia.