Tengo dos casillas de correo electrónico en mi trabajo, ambas con el dominio de la compañía, que certifica mi relación laboral con ella. Una de esas casillas tiene 30 MB de capacidad, y la otra, 10 MB.
Si, leíste bien, 30 MB y 10 MB. La empresa no amplía el espacio por diferentes razones económicas y de seguridad.
Para que las casillas no se colapsen, programé el Outlook de mi PC para descargar los e-mails cada 15 minutos.
Pero cuando salgo de viaje, debo ingresar varias veces al día a estas casillas para depurarlas de mensajes “pesados”.
Esta semana, por ejemplo, debí eliminar dos mensajes de ¡8,2 MB! cada uno que amenazaban con saturar uno de los e-mails.
Sugerencias para agencias de prensa y RRPP: no enviar mensajes de gran volumen, es decir, de más de 500 Kb, porque si no las casillas (y la paciencia de sus usuarios) se llenan.
Cuando esto pasa, los perjuicios son graves: pierdo otros e-mails más útiles, importantes y urgentes.
Un buen ejemplo vino esta misma semana por el lado de la agencia Colombo: envió un e-mail sin archivos adjuntos, con el texto de una gacetilla dentro del mensaje acerca de la presentación de un teléfono móvil.
El mensaje incluyó un enlace a una página web con acceso a imágenes en alta resolución, hoja de datos técnicos del producto, un comunicado de prensa y un video.
El e-mail sólo ocupaba 70 KB. Amén, es decir, así sea con el resto de los e-mails que reciba.