En febrero de 2010 falleció Valentina Villa a los 5 años de edad, por una leucemia. La muerte de esta niña movilizó a sus padres, Alfredo Villa y Daniela Pisano, ambos cristianos evangélicos de Buenos Aires, a canalizar este dolor en la ayuda a otras personas que pasaron por el más difícil de los duelos que puede atravesar un ser humano: el de la partida de su hijo.
Fruto de ese trabajo es el Grupo Ser, que se dedica a dar contención a padres que “sufrieron la pérdida de un hijo”.
Alfredo Villa me explicó lo siguiente: “No somos profesionales en psicología, aunque contamos con un equipo de respaldo, pero quisimos brindar lo que nosotros en un momento necesitamos y no encontramos en ningún lugar”.
Este padre admitió que “es un trabajo muy difícil” pero afirmó: “No podemos mirar para otro lado cuando hay tanta necesidad”.
El sitio provee recursos para los padres que deben enfrentar este duelo.
El grupo se reúne los lunes en el aula magna del Colegio Cristiano ubicado en Corrientes 2770, en la ciudad de Martínez, en el norte del Gran Buenos Aires.