En la ciudad de Morón, en el oeste del Gran Buenos Aires, un grupo de investigación creó un sistema modular de construcción en madera.
Se trata de una respuesta a la vivienda social, bajo la premisa de que este hogar sea íntegramente producido desde su componente mínimo en el lugar donde será implantado.
El arquitecto Alejandro Borrachia, a cargo del Instituto de Investigación en Diseño y Georreferenciación (IGEO) de la Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo de la Universidad de Morón, me explicó que no es sólo un posible sistema de construcción o un ejemplo arquitectónico, sino que «intenta proponer ciertos modelos de gestión y participación que involucrados con los procesos de desarrollo de la vivienda social, resuelven temas complejos de las sociedades».
El sistema consiste en una pieza modular de fácil ejecución y montaje en obra, realizada con materiales provenientes de recursos renovables, como la madera, y no necesita de una habilidad técnica superior o de una maquinaria especial para su construcción.
La pieza prefabricada se llama «ladrillo triangular de madera», y se rellena con materiales que provengan de desechos o de aquellos procesos de fabricación que produzcan un excedente de descarte apto para ser utilizado con este fin.
Hoy el proyecto está en una etapa de verificación del modelo de gestión, aunque falta testear estas ideas con habitantes, capacitando y desarrollando el sistema completo.