Pasarán unos años hasta que los vendedores ambulantes digan la frase del título en los colectivos y trenes de Buenos Aires. Pero cuando la escuches, te acordarás de esta nota, referida a la iPad, que protagoniza desde hace tres años un fenómeno tecnológico.
Apple vendió más de 100 millones de tabletas, a pesar que muchas personas dudaban si era necesario un dispositivo de 500 dólares que se encuentra entre un “smartphone” y una computadora portátil. Y ningún modelo de la competencia consiguió una fuerza importante en el mercado como la que tiene este equipo.
Sin embargo, hubo un problema con la iPad. Aunque es mucho más pequeña que una computadora portátil, puede ser demasiado gruesa para sostener durante largos períodos de tiempo. Por ejemplo, cuando se la utiliza para leer un “e-book”. Por lo general se necesitan dos manos para sostenerla. Y su pantalla de 9,7 pulgadas es demasiado grande para llevar en muchas carteras.
Apple introdujo en 2012 una variante mucho más pequeña, la iPad mini, que funciona exactamente igual que el original y ejecuta las mismas aplicaciones. Este mes probé una de estas tabletas, prestada por iPoint, distribuidor premium de productos de la empresa del logotipo de la manzana mordida en la Argentina.
El equipo hace exactamente lo que promete: aporta la experiencia del iPad tradicional a un dispositivo más pequeño.
El precio ($3.999, para la versión Wi-Fi de 16 GB hasta $7.899 con 4G y 64 GB) puede tentar a algunos compradores que codician una iPad pero que deben cuidar su presupuesto.
Sin embargo, Apple cree que el menor tamaño y peso, y no el precio, son las principales atracciones de este equipo.
Puedes ver más sobre este dispositivo en esta nota propia en iProfesional. Y ver fotos del equipo probado aquí.