¿Se imagina a Martín Lutero clavando sus 95 tesis en el Palacio de Wittenberg pero en vez de hacerlo en hojas de papel colocaba un cuadro enmarcado e inmodificable?
Esto último realizan en pleno siglo XXI decenas y decenas de dirigentes y organizaciones evangélicas.
Un poco de historia: Lutero clavó sus 95 tesis escritas en alemán para que todos, incluso el menos culto, las pudiera leer.
No está demostrado que fuesen en alemán, es más, la opinión mayoritaria es que las primeras fueron redactadas en latín en las puertas de la Iglesia del Palacio de Wittenberg en Alemania el 31 de octubre de 1517.
Lutero remitió sus tesis al arzobispo de Maguncia, al Papa, a algunos amigos y a otras universidades en esa fecha.
¿Qué decía Lutero en esas tesis? Desafió a la Iglesia de Roma respecto la penitencia y la utilidad de las indulgencias.
Esta publicación dio inicio a un debate teológico que desembocaría en la Reforma. Las tesis fueron impresas muy pronto, y antes de 1518 habían sido extensamente leídas y debatidas por toda Europa.
Hoy, pastores y organizaciones evangélicas desandan ese camino, sin darse cuenta, y vuelven a caer en prácticas propias de los papados.
El grave error está en la divulgación de posturas y opiniones en documentos en formato de imagen, generalmente adjuntos o embebidos en e-mails o en la web.
En lugar de hacerlo en un formato de texto, que permitiría el libre debate y el intercambio de opiniones, estas declaraciones se difunden en un archivo de imagen inmodificable.
El mensaje subyacente en la elección de difundir ideas en este formato es el siguiente: “No aceptamos ni permitimos que se nos altere ni una sola coma o tilde de nuestro pensamiento u opinión”.
Al final, estos pastores y estas organizaciones terminan siendo más papistas que los papas anteriores a Internet.
Con la llegada de la Red, el Vaticano entendió que el texto es la manera más fácil, sencilla, rápida y segura de difundir sus ideas.
Y si alguien tiene alguna duda sobre lo que lee que se le atribuye al Papa, puede ir a la web vaticana (www.vatican.va) y comprobar que todos los documentos papales están en formato texto.
¡Qué enseñanza para tantos pastores temerosos que les cambien una palabra a sus “declaraciones y decretos”!
Sin darse cuenta, caen en un error similar al de la doctrina de la infabilidad papal.
Además del martirio de miles de personas, la Reforma se construyó sobre la libre discusión y el debate de ideas.
Los dirigentes e iglesias que optan por proclamar sus opiniones en formato de imagen van en contra de esos antecedentes fundados por Lutero en su lucha contra los dogmas papales de su época.
(Publicado originalmente en la edición 242 de Pulso Cristiano)