El póster de Diego Maradona con la camiseta de Boca Juniors de 1981 que se vende a 25 pesos en la calle Florida, en el Centro de Buenos Aires, representa un cambio de época. El kioskero que lo exhibe apunta a algún turista extranjero y fanático del mejor futbolista argentino de la historia.
Maradona jugó su último Mundial para la Argentina hace casi 20 años. Para millones de argentinos, es una gloria rescatada por el archivo televisivo y cuyas hazañas resultan lejanas. Para un fanático de Maradona quizás hasta es una falta de respeto semejante precio barato por una imagen de un Diego feliz. En cambio, las camisetas de Lionel Messi en el seleccionado argentino y en el Barcelona catalán son de las más vendidas del mundo y a precios muy altos. Si Messi levanta la Copa del Mundo en Brasil 2014, esa lámina de Maradona pasará al olvido de millones de argentinos.