A ocho años de la desaparición de Jorge Julio López, un libro explica las líneas que no se investigaron a fondo en la pesquisa para determinar el paradero de uno de los principales testigos de uno de los juicios más importantes sobre la represión ilegal en la última dictadura militar.
Escrito por los colegas Luciana Rosende y Werner Pertot, «Los días sin López. El testigo desaparecido en democracia», fue publicado en 2013 por Editorial Planeta.
El 18 de septiembre se cumplieron ocho años de la segunda desaparición de López, el único sobreviviente de los campos de concentración de la dictadura que fue secuestrado y desaparecido de nuevo en democracia.
Su secuestro ocurrió durante el primero de los juicios por crímenes de lesa humanidad que se abrieron tras la anulación de las leyes de impunidad.
«Los días sin López» muestra por qué nunca se identificó a los responsables y quiénes siguen siendo hoy los principales sospechosos.
El rol de la Policía Bonaerense, los diversos intentos de desviar la causa con pistas falsas, los allanamientos a los represores ilegales en la cárcel de la ciudad de Marcos Paz, en el oeste del Gran Buenos Aires; los nombres que no se investigaron de la agenda del represor ilegal Miguel Osvaldo Etchecolatz, los penitenciarios que también tenían interés en que los juicios de lesa humanidad no avanzaran, los policías que López mencionó, las comunicaciones del entorno de Etchecolatz el día de la desaparición de López son algunas de las pistas que revela el libro.
A un año de la publicación del libro, de 344 páginas, no se avanzó en ninguna de estas líneas, que podrían llevar a los responsables de su desaparición.
«¿Hasta cuándo seguiremos aceptando los días sin López? ¿Se convertirán en costumbre, al paso del tiempo? Bienvenido y bienleído sea este libro, escrito para que nunca más desaparezcan los desaparecidos», escribió en el prólogo de esta obra el escritor uruguayo Eduardo Galeano.