Cuando todas las hipótesis caigan,
cuando las suposiciones mueran,
cuando los prejuicios se desintegren,
cuando las miradas sesgadas se animen a ver,
cuando los discursos parciales enmudezcan,
cuando los ilusionistas dejen de engañar,
cuando ya nadie quiera hacer de la trampa un trampolín,
cuando los conspiradores se conviertan en inspiradores,
cuando los dardos venenosos se queden sin veneno,
cuando las cámaras dejen de enfocar tantas miserias,
cuando las anteojeras se reemplacen por lentes de honestidad,
cuando los cómplices de las falsedades dejen de recibir su paga,
cuando a los hipócritas se les caigan las máscaras,
cuando la difamación no quede impune,
cuando la libertad de expresión sea expresión de personas libres,
cuando el engaño desnude su perversidad,
cuando la justicia pierda su vergüenza,
cuando los oportunismos ya no tengan oportunidad,
cuando los medios dejen sólo de querer medir,
cuando los poderes dejen de poder,
entonces, apenas entonces,
nos aproximaremos un poco,
y solamente un poco,
a aquello que llamamos verdad.
Gerardo Oberman
Fuente: Perfil personal del autor en Facebook, 19 de enero de 2015.
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