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Los fundadores de la astronomía, un «dream team» o «equipo de los sueños» de la ciencia, están todos juntos en un monumento en una de las colinas del Griffith Park de la ciudad californiana de Los Ángeles.

El monumento se encuentra frente al observatorio desde el cual se gozan las mejores vistas panorámicas de la enorme urbe del oeste estadounidense.

La obra, que saluda a los visitantes a su llegada al Observatorio Griffith, es una gran escultura de hormigón al aire libre en el jardín delantero que rinde homenaje a seis de los más grandes astrónomos de todos los tiempos.

Visité en la tarde del 14 de agosto el monumento junto a mi hija Agustina, nuestro anfitrión y guía, mi amigo Luis Durruty, y su hija Sheyna, en el marco de nuestras vacaciones californianas.

Debajo, una galería de fotografías propias del monumento. Te desafío a adivinar los nombres de los astrónomos. Luego de la galería, comparto una interesante historia sobre esta obra.

El monumento es un producto de la gran depresión económica de la década de 1930 en los Estados Unidos, cuando iniciativas como el New Deal crearon programas de trabajo financiados por el gobierno federal para emplear a trabajadores calificados.

Uno de esos programas fue de obras públicas para erigir proyectos de arte (PWAP, sigla en inglés), que comenzó en diciembre de 1933.

Poco después, en cooperación con la Comisión de Parques de Los Ángeles, el PWAP encargó un proyecto de escultura en los jardines del nuevo observatorio.

A partir de un diseño del artista Archibald Garner y con materiales donados por las mujeres de la Cámara de Comercio angelina, el propio Garner y otros cinco artistas se encargaron de esculpir un astrónomo.

Uno de los artistas, George Stanley, fue también el creador de la famosa estatuilla del premio Oscar.

El 25 de noviembre de 1934, alrededor de seis meses antes de la apertura del observatorio, se realizó una celebración con motivo de la finalización del monumento de los astrónomos, el más ambicioso de la PWAP.

La única firma en el monumento es «PWAP 1934«, en referencia a la agencia federal que financió el proyecto y el año que se terminó.

Los seis astrónomos destacados en el monumento se encuentran entre los más influyentes e importantes de la historia.

Representan el astrónomo griego Hiparco (125 aC), Nicolás Copérnico (1543-1573), Galileo Galilei (1564-1642), Johannes Kepler (1571-1630), Isaac Newton (1642-1727) y John Herschel (1738-1822).

Albert Einstein fue considerado para su inclusión, pero finalmente se decidió que sería inapropiado incluir a alguien aún vivo al momento de hacer el monumento, que fue terminado en 1934; Einstein murió en 1955.

En la parte superior del monumento a una esfera armilar de bronce hueca que se instaló en 1991, en sustitución de una esfera de cobre que se había degradado.

Una esfera armilar es un instrumento astronómico compuesto por anillos que representan la latitud celeste y la longitud.

Antes de la invención del telescopio era el principal instrumento utilizado por los astrónomos para determinar la posición celeste.

También hay al lado del monumento un reloj de sol ecuatorial creado e instalado por personal del observatorio en 1957.

El anillo está hecho de bronce de níquel y tiene un diámetro exterior de 34 pulgadas.

Las marcas grabadas en el anillo permiten rastrear el movimiento de la sombra y, por lo tanto, establecer la hora con el sol.

El anillo se mantiene en posición con una abrazadera, que puede ser aflojada para permitir al personal girar el anillo cuando se necesitan ajustes; por ejemplo, cuando el horario de verano comienza y termina.

El alambre pesado que pasa por el centro del anillo, y en ángulo recto, está hecho de una aleación de níquel-cobre.

Es paralelo al eje de la Tierra y está montado con precisión en una dirección norte-sur y señala hacia el polo norte del cielo.

El ángulo que forma con el horizonte es de 34 grados, igual a la latitud de Los Ángeles.

Puedes leer más sobre el Griffith Park en esta nota.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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