Skip to main content

La baja de aranceles de importación para equipos informáticos suma otra «mala señal» para las pequeñas y medianas empresas (pymes) argentinas, que ponen en riesgo más de «5 mil puestos de la cadena de valor del sector porque muchas líneas de producción van a desaparecer».

El pronóstico sombrío fue expresado por la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), Jorge Luis Cavanna,

En un comunicado que me envió la cámara, el dirigente advirtió que la rebaja en el precio al público no llegará al 50% previsto por la Secretaría de Comercio y sostuvo que podrán bajar «a lo sumo un 20%» pues hay «costos financieros, impositivos, de logística y comercialización que no se modificarán».

Cavanna ejemplificó que en la cadena de comercialización argentina el promedio de utilidad por cada computadora es de un «50 por ciento» y lo contrastó con Chile donde ese promedio «cae a la mitad».

También señaló que «traer un contenedor desde China cuesta menos que despachar un camión a Salta» por lo que pidió que «oficialismo y oposición» comiencen a trabajar en esos temas con «visión de futuro» para dar previsibilidad y «alentar las inversiones que generarán empleo».

«Compartimos que el Estado es responsable de los altos costos del capital, laborales, logísticos y de una alta presión fiscal, pero así como sabemos que tiene gran parte del problema creemos, también, que puede tener gran parte de la solución y debe dar señales claras a las pymes industriales de que está dispuesto a corregir los problemas sistémicos de competitividad que tiene nuestra economía», indicó.

El titular de CADIEEL puso de relieve que tanto el presidente Mauricio Macri, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, quienes admitieron, según este empresario, que la falta de condiciones que favorezcan la competitividad industrial «es responsabilidad del Estado» al asumir que es la administración la que tiene «las herramientas para mejorar y resolver estos problemas».

«En agosto estuvimos reunidos» con «Cabrera, las empresas afectadas y la Unión Obrera Metalúrgica y allí se acordó que nos citarían a una mesa de trabajo para desarrollar en forma conjunta propuestas que incrementen la competitividad sectorial para conseguir bajas en los precios de venta que permitan que la gente tenga un mejor acceso a la tecnología sin poner en riesgo fábricas ni empleos. Tardaron 90 días en recibirnos, les llevamos una propuesta y a las 48 horas nos enteramos por los diarios de esta rebaja», relató Cavanna quien se mostró sorprendido por esta actitud que contrastó con el «buen clima de diálogo de las autoridades».

Cavanna lamentó la «pérdida de oportunidades de desarrollo para impulsar el desarrollo competitivo de las pymes».

Al respecto citó la falta de respuestas por parte de Cabrera y de su par de Energía, Juan José Aranguren, al pedido de CADIEEL para que se convoque a «una mesa de trabajo multisectorial» en la cual se puedan articular mecanismos destinados a favorecer la compra por parte de los adjudicatarios en la primera ronda del Plan RenovAr y de la licitación de generación térmica distribuida de productos y equipos fabricados en la Argentina.

Cavanna señaló que se propuso la convocatoria por parte de ambos ministerios a «una mesa de trabajo multisectorial y federal en la que se reúnan los adjudicatarios, la industria, los sindicatos y el sector público para constituir un ámbito de diálogo en el que podamos ofrecer el producto del trabajo argentino y no dejar pasar esta oportunidad tan importante para nuestro desarrollo competitivo».

Respecto de las energías renovables, aseguró que «el ecosistema de las renovables es una actividad con perspectivas reales de reactivación y capacidad de generación de empleo» y destacó que «por cada MW eólico de potencia instalada con insumos fabricados localmente se pueden generar 20 puestos de trabajo directos y otros 160 indirectos».

Acerca de la licitación de generación térmica distribuida, indicó que «es una gran oportunidad» para la industria, al recalcar que para las pymes argentinas fabricar el equipamiento requerido con «estándares internacionales de calidad insumiría no menos de un millón y medio de horas hombre directas y 4,5 millones indirectas. Es decir, seis millones de horas de trabajo argentino».

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: