El teletrabajo representa un desafío complejo para las empresas, que reconocen sus bondades pero que por temores, en su mayoría de de origen cultural, todavía son renuentes a implementarlo en forma masiva, pese a la presión de los «millennials» y los «nativos digitales».
A estos grupos etarios, que día a día aumentan en cantidad e influencia en las organizaciones, también se los conoce como la «generación de la valijita», porque llevan su oficina y escritorio de trabajo en forma virtual en su computadora portátil, tableta o teléfono móvil «inteligente», lo que obliga a las compañías a lidiar con desafíos y pruebas de seguridad y satisfacer las demandas de trabajo móvil y remoto de estas personas.
Durante las conferencias Synergy, que realizó la empresa tecnológica estadounidense Citrix en la ciudad norteamericana de Orlando, unos 5.000 ejecutivos de empresas de todo el mundo exploraron diferentes caminos hacia el futuro del trabajo.
«Para el 2020, el 75% de la fuerza de trabajo serán nativos digitales. Ahora más que nunca debemos tender puentes digitales y hacer que todo esté en el mismo nivel en esta transformación digital”, dijo Kirill Tatarinov, el director general ejecutivo de la multinacional informática, durante esta reunión en la que participé.
Por ejemplo, un 92% de los empleados móviles encuestados en todo el mundo por esta compañía dicen ser capaces de ejecutar tareas con mayor rapidez y 70% se sienten más motivados cuando trabajan desde afuera de la organización.
Según un estudio de la consultora Oxford Economic Research, los ejecutivos que implementaron estrategias de trabajo virtual obtuvieron mejores resultados que otros en una amplia gama de parámetros de negocio, que incluyen un mayor crecimiento de los ingresos y más ganancias, menos gastos, mayor retención de empleados y mayor satisfacción del cliente.
De acuerdo a la consultora Gartner, las organizaciones que utilizan servicios en la nube indican que están destinando el 40% de su presupuesto de tecnologías de la información (TI) a las inversiones relacionadas con la «cloud computing».
El 78% de esas organizaciones planean aumentar su inversión en la nube durante 2017.
Esta proliferación de tecnologías relacionadas con la nube es frustrante para el usuario final que debe navegar por múltiples servicios, aplicaciones y fuentes de datos en la «cloud», además de métodos de acceso y credenciales dispares.
Mientras tanto, la TI no autorizada suma desafíos al agregar aún más aplicaciones y herramientas sin permiso, lo que a su vez aumenta la complejidad de los servicios y el riesgo de sufrir vulneraciones a la seguridad cuando los usuarios eluden las normas del área tecnológica.
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