El Ministerio de Justicia fue el primero que avanzó con el nuevo gobierno en un esquema de gestión electrónica. Sin embargo «aún encuentra mucha resistencia de los abogados, incluso de los propios actores del sistema judicial», advirtió el titular de esa cartera, Germán Garavano.
En una reunión el 28 de junio, organizada por la empresa Thomson Reuters, en la que participé, Garavano sostuvo que «avanzar hacia entornos tecnológicos en los estudios jurídicos y en el sistema judicial tiene que ser tomado como un tema prioritario».
«La utilización de las herramientas tecnológicas disponibles en la actualidad permitirá a todos los poderes judiciales trabajar de manera más rápida y eficiente», sostuvo el ministro.
Garavano admitió que «actualmente se destina el 92% del presupuesto en justicia al pago de salarios, prácticamente no hay inversión en términos de infraestructura ni edilicia ni tecnológica».
Mientras mostraba un facsimil de un folio judicial del siglo XIX, aseguró: «En la Justicia seguimos asociados a una cultura del papel. Eso implica dos desafíos: por un lado, avanzar hacia el uso de tecnologías y aprovecharlas al máximo; y, el otro, es cómo cambiar la gestión en los Tribunales».
En el ciclo de conferencias “La evolución de la práctica jurídica”, en el cual participaron más de 200 abogados, además de Garavano hablaron el coordinador del Proyecto Justicia 2020, Héctor Chayer; el director de Madero Consulting, Jaime Fernández Madero; y el director editorial para el mercado legal de Thomson Reuters, Fulvio Santarelli.
«Tenemos numerosos poderes judiciales provinciales en donde las notificaciones judiciales electrónicas funcionan desde hace muchos años, como por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires, en Córdoba y en Chubut. Lamentablemente, en el Poder Judicial de la Nación seguimos luchando por ese avance con resistencias de los abogados, a veces de los propios actores del sistema judicial», dijo el ministro.